Lo que parecía una muerte accidental por un trágico incendio casual, de pronto viró a una investigación por un posible asesinato. Como siempre, la primera señal de alerta, provino con la autopsia de la mujer.
La pericia forense reveló que Irene había sido golpeada: presentaba fractura de nariz, lesiones en el rostro, pérdida de un diente, moretones y cortes. Demasiado para pensar que la mujer se golpeó cocinando, perdió el conocimiento y el fuego de la sartén inició el incendio. ¿Cómo explicar el bate de béisbol con rastros de sangre que la pericia de ADN demostró que era de Irene?
la doctora asesinada
La doctora logró cambiar un contrato prenupcial, pero igual quiso separarse de su marido. Allí comenzó el drama. (Foto: A24.com)
Al enterarse de esos datos de la autopsia, los chicos comenzaron a jugar un papel importante: llevaban tiempo "sospechando del padre" por ciertas actitudes que no llegaban a comprender. Es que, detrás, había un secreto, guardado durante años. Cuando su mujer fue por todo, él decidió matarlo
Un secreto bien guardado y millonario
Lai, el marido, tiene 62 años y es un empresario del comercio. Vivieron juntos durante 20 años. Eran padres de mellizos de 16 años al momento del crimen. La mujer, de 56, era una reconocida médica endocrinóloga. Como tal, había hecho una buena posición económica, reforzada por los negocios de su esposo. Tenían un enorme chalet en la zona de San Marino, en California, valuado nada menos que en 2,6 millones de dólares.
Pero hace un tiempo, Irene lo sorprendió: le dijo que quería divorciarse. Lai no tenía la menor intención de poner fin a su matrimonio y comenzó a investigar qué hizo tomar esa drástica decisión a la que fue su esposa durante 20 años. Así, llegó la revelación (por partida doble) que desencadenaría la tragedia.
La segunda sorpresa para el marido fue que la famosa doctora de la zona, quería cambiar un acuerdo prenupcial, que firmaron en su momento (muy común en Estados Unidos cuando hay desbalance en las fortunas personales). Lai tenía propiedades a su nombre desde antes de casarse y así deberían seguir. Entonces, ante el pedido, orientó mejor sus sospechas, ¿por qué cambiar ese acuerdo luego de dos décadas? ¿Qué había detrás de esa maniobra?
La respuesta fue sencilla, pero le pareció abusiva. Era una "prueba de cariño". Si Lai la quería tanto y no quería separarse, no tendría problemas en dar de baja ese acuerdo y firmar otro, compartiendo la fortuna personal del empresario.
Así fue. Lai firmó un nuevo acuerdo el 7 de septiembre de 2024, se revocó el anterior. Pero el Los Angeles Times, descubrió el desencadenante de la tragedia: sus familiares informaron a The Times que, a pesar de la aquiescencia de su esposo a sus solicitudes, Gaw-Lai aún planeaba seguir adelante con el divorcio. Es decir, la doctora, con su nuevo "status patrimonial" no tenía interés en seguir con el matrimonio.
Eso fue demasiado para el esposo.
las camaras de seguridad
El principio del fin. Una cámara de seguridad lo muestra al marido (asesino) de regreso en la casa. Se ven bates como el que usó para matar a su mujer. (foto: Gentileza LA Times)
El día que todo cambió
Las imágenes del día del crimen muestra que el padre fue a buscar los gemelos - ya estaban separados de hecho - para llevarlos a sus prácticas de béisbol. Luego, se quedaron en casa de su tía. Según documentos judiciales, dijeron que no querían estar cerca de su padre. “Tenían miedo”, afirmó Randolph Gaw, primo de la víctima y abogado de la familia. Para ese entonces, su prima, ya tenía la mitad de la fortuna que, hasta 2024, era solo del empresario.
Esa mañana, Lai pasó a buscar a los gemelos muy temprano: a las 7:06. Apenas seis minutos después, las cámaras internas fueron desactivadas. Aunque dijo que iría a trabajar, pero un auto como el suyo regresó a la casa poco después de las 8. La Policía cree que tuvo casi dos horas de impunidad para matar a su mujer y "armar" el incendio.
Recién a las 9:46, la vecina Connie Morris vio humo y llamó al 911. Declaró que lo vio dentro de la casa y que él actuó “desconcertado” cuando mencionó el fuego. Aseguraba que su mujer no estaba en la casa cuando llegó, pese a que el coche de Irene también estaba estacionado afuera.
con su hijo rumbo al béisbol
El asesino y su coartada. Pasó a buscar a su hijo para llevarlo al béisbol. Pero luego regresó para el crimen. (Foto: Genitleza LA Times)
El hallazgo que sepultó a la trama de Lai
La investigación determinó que Irene murió por un fuerte golpe en la cabeza. El incendio no fue casual, ya que tuvo dos puntos de inicio: uno junto a su cuerpo y otro a dos metros. La policía, luego de ver las imágenes de las cámaras - hasta que "se desconectaron" y analizar la "ruta del fuego", unieron las piezas en una dura acusación.
Yook "Kevin" Lai no estaba dispuesto a perderlo todo. Se sentía traicionado por su mujer. No solo había dejado de quererlo, sino que lo había obligado a cambiar la fortuna en propiedades - que eran suyas - como prueba de amor para continuar casados. Pero la doctora, con el nuevo papel firmado, siguió adelante con la demanda de divorcio.
Ese día, la sorprendió en la cocina. La golpeó primero con la sartén y luego, la remató con el bate de béisbol. Luego, inició un incendio para cubrir su crimen. Pero en un "accidente", ningún incendio tiene dos orígenes.
Los fiscales acusan a Yoon Lai de asesinato e incendio intencional. Él se declaró inocente y quedó en libertad bajo una fianza de 2,25 millones de dólares. El mismo valor de la mansión que compartían.
la casa quemada
Así quedó la mansión de 2,6 millones de dólares que quemó, el marido para ocultar el crimen de su mujer. (Foto: Gentileza LA Times)
Los vecinos dicen que jamás vieron peleas ni escucharon gritos en la casa. “Por eso fue tan dramático todo", dicen. La causa sigue su curso en los tribunales, pero el caso ya sacude a una comunidad, mientras llega el momento del juicio que puede llevar a la cárcel de por vida al marido que asesinó para vengarse de las "exigencias" de su mujer.