Pero el gobierno socialista del presidente Boric no emitió un pronunciamiento hasta el momento. Necesita más datos que lleguen desde la Argentina para saber si, efectivamente, una mujer que siendo joven pasó a ser considerada como "desaparecida", vive desde hace décadas en la veraniega ciudad de Miramar sobre la costa atlántica bonaerense.
La misteriosa desaparición de Bernarda Vera
Bernarda nació en una familia de origen humilde, marcada por la tradición obrera y la conciencia social. Desde muy joven, mostró inquietudes políticas y un fuerte compromiso con la justicia. Era - para quienes la recuerdan - una estudiante apasionada, interesada en la literatura y en la filosofía, pero también profundamente ligada a la militancia de base.
En los años de la Unidad Popular, cuando Salvador Allende encabezaba el gobierno, Bernarda - era maestra - empezó a vincularse con organizaciones sociales y con grupos de izquierda que buscaban transformar la estructura desigual del país. Su participación, según cuentan antiguos compañeros, se centraba en la organización comunitaria: alfabetización en barrios populares, apoyo a sindicatos y trabajo cultural que acercaba la política a la vida cotidiana. Su carisma y convicción le dieron pronto un lugar de respeto dentro de la militancia juvenil.
Bernarda tenía 27 años y una hija de 5 cuando fue detenida por militares el 10 de octubre de 1973. Según los registros oficiales, habría sido ejecutada en el puente de Villarrica, sobre el río Toltén, en la región de la Araucanía.
Era militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Como de pronto nunca más se supo nada de ella, pasó a figurar en la lista de 1.162 desaparecidos que documentó el Informe Rettig, un modesto equivalente chileno de la CONADEP argentina.
La dictadura de Pinochet en Chile desde el 11 de septiembre de 1973 cambió drásticamente la vida en el país trasandino. El nuevo régimen desató una política de represión sistemática contra quienes eran vistos como opositores o simpatizantes de las ideas revolucionarias. En ese contexto, el nombre de Bernarda Vera comenzó a hacerse conocido. Por figurar en listados informales de personas buscadas, aunque nunca hubo una confirmación oficial de su paradero ni de los cargos que se le atribuían.
Los testimonios orales coinciden en que siguió activa en la clandestinidad, sosteniendo redes de solidaridad, escondiendo compañeros perseguidos y manteniendo la esperanza de que el proyecto político no había muerto con el golpe. Su decisión de permanecer en Chile, cuando otros eligieron el exilio, marcó el rumbo de su destino.
Un día, sin que quedaran registros claros, dejó de aparecer. Algunas versiones indican que fue detenida en una redada nocturna; otras, que fue interceptada en la calle y subida a un vehículo sin identificación. Lo único cierto es que nunca volvió a saberse de ella.
¿Fue víctima de la dictadura de Pinochet? Todo apunta a que sí, aunque nunca hubo confirmación oficial. Su desaparición se inscribe en el clima de persecución de esos años, pero el misterio permanecio: ni su cuerpo ni documentos concluyentes aparecieron jamás. La figura de Bernarda Vera quedó suspendida entre la historia y la memoria, una "desaparecida", como tristemente conocemos y sufrimos los argentinos.
bernarda vera desaparecida
Bernarda cuando era joven. Sindicada como militante revolucionaria y considerada como desaparecida en la dictadura pinochetista.(foto: Gentileza EMOL)
Pasaron las décadas y un día... ¿Bernarda fue hallada viva?
Como dijimos y se ve en los afiches de la época (década del 70), su rostro estaba en los mensajes de profesores que la recordaban como una de ellos. "Joven profesora normalista", decía uno de los recordatorios de la memoria de las víctimas de la dictadura pinochetista. Así pasaron años y décadas. Hasta que desde este lado de los Andes, llegó un dato desconcertante.
bernarda en su casa de Miramar
Bernarda en su casa de Miramar. No quiere saber nada con el periodismo de Chile.(Foto: Captura de TV)
Un día, comenzó a hablarse de una versión. Una cámara de seguridad en las calles de una ciudad, captaron a una mujer que podría ser Bernarda tras el paso de los años en su cuerpo y en su rostro. Se la había localizado - siempre según esa versión, muy lejos de Chile.En la costa argentina, en la ciudad balnearia de Miramar. la aparición de Bernarda Vera en Miramar debía ser confirmada. Hacia allí viajó un equipo de la televisión chilena. Hizo averiguaciones y así llegaron hasra la casa de la mjer anciana que tiene un acento chileno y que vive con su hijo, ya muy adulto. Para muchos, un episodio tan desconcertante como inesperado. Después de años en los que su nombre circulaba solo como un recuerdo lejano, como un fantasma de la historia, su presencia en esa ciudad costera reabrió preguntas que parecían clausuradas.
Vecinos de Miramar contaron que una mujer de acento chileno que llevaba una vida discreta, casi invisible. No figuraba en registros oficiales con su nombre original, sino con otra identidad que parecía cuidadosamente construida. Algunos dicen que llegó en los años ochenta, posiblemente a través de contactos que la ayudaron a cruzar la frontera desde Chile a la Argentina, huyendo de la persecución. Otros, en cambio, sostienen que apareció bastante después, como si hubiera pasado largos años escondida en distintos lugares antes de instalarse definitivamente allí.
Sea como fuere, en Miramar, Bernarda vivía de trabajos modestos, siempre evitando llamar la atención. Los que la conocieron recuerdan su carácter reservado, pero también su compromiso con causas comunitarias: colaboraba en organizaciones barriales y mostraba un interés constante por la educación de los más jóvenes.
Eso sí, nunca hablaba abiertamente de su pasado; parecía llevarlo como una carga silenciosa que no quería exponer. Cuando el equipo de TV de Chile llegó a Miramar, fue como volver a levantar un muro de misterio. Mientras la periodista le hacía preguntas sobre su vida, la mujer hacía ademanes con las manos. Su negación era doble. No confirmaba que fuera Bernarda Vera y menos todavía, quería ser entrevistada en la puerta de su casa. Su hijo llegó en su ayuda. Hizo que ingresara en su casa de Miramar y le recriminó a los periodistas que lo que hacían era una intromisión en la vida personal de una persona. Fin de la historia. ¿Fin?
Dudas a un lado del los Andes, silencio al otro
Que Bernarda apareciera en Miramar no resolvió el misterio de su desaparición: más bien lo profundizó. ¿Cómo logró sobrevivir? ¿Qué redes la protegieron? O una pregunta anterior: ¿es realmente ella?
En Chile, una hija de Bernarda recibe una pensión por ser - justamente - hija de una mujer desaparecida. ¿Pero qué debería suceder si, por el contrario, su madre vive en Miramar, en la Argentina?
Por el momento, en el palacio de la Moneda, hay silencio. El gobierno del presidente Gabriel Boric - de tendencia similar a la del asesinado presidente Salvador Allende, no ha emitido juicio alguno. Necesita más pruebas para poder confirmar que la joven mujer, desaparecida por ser una víctima de la dictadura en Chile en los 70, halló refugio para otra vida muy diferente en Miramar, a la orilla del mar argentino. Si es así,¿por qué eligió el silencio durante tanto tiempo? Un enigma para ambos países, pero que deja heridas abiertas en Chile.