El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro declaró este martes ante la Policía Federal que nunca ordenó ni sabía de la falsificación de datos en su carnet de vacunación durante la pandemia de Covid-19.
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro declaró este martes ante la Policía Federal que nunca ordenó ni sabía de la falsificación de datos en su carnet de vacunación durante la pandemia de Covid-19.
Bolsonaro fue interrogado por más de tres horas en Brasilia, según informó el diario Folha de Sao Paulo.
La Policía Federal investiga una supuesta red de manipulación de carnets de vacunación que habría beneficiado al propio expresidente, su hija Laura, asesores, entre otros.
La hipótesis es que Bolsonaro y su entorno habrían adulterado los datos en el sistema de salud entre noviembre de 2021 y diciembre de 2022 para contar con certificado de vacunación aún cuando no estuvieran vacunados, y así poder hacer un viaje oficial a Estados Unidos.
El 3 de mayo, la Policía Federal registró el domicilio del expresidente en Brasilia en un intento de encontrar pruebas de su implicación en la trama y en esa operación incautó su teléfono celular.
Ese día, después del operativo, Bolsonaro habló con la prensa y reafirmó que no fue vacunado contra Covid-19 y dijo que no hubo manipulación de los datos de su tarjeta y su hija.
Sin embargo, se negó a declarar ante la Policía Federal el día de la operación con el argumento de que su defensa necesitaba, primero, tener acceso a la investigación.
Ayer, aterrizaron en Brasilia dos abogados de Bolsonaro, Daniel Tesser y Paulo Cunha Bueno, acompañado por el exjefe de la Secretaría Especial de Comunicación Social (Secom) Fábio Wajngarten, y trabajaron en la preparación de Bolsonaro para la declaración.
El mismo día, la Policía Federal detuvo a tres de sus principales colaboradores: Mauro Cid, Max Guilherme y Sergio Cordeiro.
Cid, que la semana pasada tuvo que cambiar de abogado porque el suyo hasta ese momento dejó la causa, si bien es parte oficialmente del equipo de asesores al que Bolsonaro tiene derecho como expresidente, es considerado su mano derecha.
La expectativa es que Cid admita su culpabilidad en el esquema de inserción de datos fraudulentos sobre vacunación.
Le preguntaron si tenía conocimiento del esquema y si de él partió la orden de acceder al sistema del Ministerio de Salud, donde se ingresaban -y luego se eliminaban- los datos de vacunación contra el Covid-19.
Además, buscaban saber si había alguna determinación que vinculara a Bolsonaro con los hechos cometidos por estas personas, que fueron detenidas.
Bolsonaro reafirmó que no determinó y que no sabía acerca de la inserción de datos falsos en el sistema llamado ConecteSUS, y dijo que no tenía razón para hacerlo.
También fue consultado por los datos de su hija y volvió a decir que ella tenía 12 años cuando viajó a los EE.UU. y, en ese momento, entró declarándose no vacunada. Y dijo que tenía un informe médico que le permitía no vacunarse.
Según las investigaciones, Cid formaba parte del grupo vinculado a Bolsonaro que introducía datos en el ConecteSUS para obtener ventajas ilícitas y emitir certificados de vacunación Covid-19.
Además de Bolsonaro y su hija, se emitieron certificados de vacunación con datos falsos a nombre de Cid, su esposa y las tres hijas de la pareja.
Según la PF, los datos de vacunación del expresidente fueron incluidos en el sistema del Ministerio de Salud en Duque de Caxias, la misma ciudad donde Cid habría obtenido el carnet de vacunación de su esposa.
Una enfermera pública de la ciudad de Duque de Caxias, en el estado de Río de Janeiro, confirmó a la PF que le había prestado la contraseña al secretario municipal João Carlos de Sousa Brecha para borrar los registros de vacunación del expresidente.