800.000 refugiados gazatíes dependen de la ONU para alimentarse y tener agua y un techo. (Foto: UNRWA)
Los pobladores de la Franja de Gaza corren un riesgo cierto e inminente de morir de hambre. La dura denuncia la hizo nada menos que las Naciones Unidas (ONU). La ayuda humanitaria es práctimente inexistente, ya que apenas llega el 10% de lo que se precisa a diario. Tampoco hay la provisión de agua suficiente. Las comunicaciones están cortadas en gran parte de la franja y el combustible es más que escaso.
Con todo este panorama, la UNRWA (la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos en Medio Oriente) denunció al mundo que ya no tiene ni siquiera la movilidad necesaria para asistir a la población porque carecen de combustible. Así, el riesgo de una hambruna para los 2 millones de gazatíes que están cercados por Israel es inminente para la ONU.
"Debido al corte de comunicaciones por falta de combustible, la UNRWA no podrá gestionar ni coordinar los convoyes de ayuda humanitaria. Por tanto, deja de entrar ayuda humanitaria en Gaza”, publicó en un mensaje Raquel Martí, una de las funcionarias de la agencia de la ONU.
El equipo de Naciones Unidas es quien más aceitado tenía el ya complicado sistema para distribuir la ayuda humanitaria que es por demás insuficiente.
Para peor, el ultimátum de Israel para evacuar la zona norte ha provocado una estampida interna de gazatíes que se apiñan sobre la zona sur, la más próxima al único paso libre que tienen: el de Rafah, severamente limitado por Egipto.
La franja tiene uno de los más altos índices de superpoblación por metro cuadrado. Esto ha empeorado con la cantidad de personas que está obligada a concentrarse en el sur.
Con todas estas carencias de la población, se suma otro grave problema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que si esta situación no se revierte, la falta de alimentos, agua y suministros médicos y farmacéuticos harán que se presente un complejo panorama sanitario. La propagación de enfermedades en Gaza se potencia ante la falta de alimentos y agua potable.
La OMS alerta que el otro gran problema es que la mayoría de los hospitales en la franja no pueden funcionar ni siquiera en las condiciones más precarias. El mundo ha visto como se realizan cirugías en pasillos, iluminados solo con la luz de linternas, ya que los quirófanos no están operativos.
Esto aumenta de manera exponencial el problema de infecciones y contagios entre la población desamparada. Richard Peeperkorn, representante de la OMS en el territorio palestino ocupado, dijo que ya hay más de 70.000 casos de infecciones respiratorias agudas y más de 44.000 casos de diarrea y los números van a ir en aumento.
Para la UNRWA ya son 830.000 las personas que viven en los campamentos para refugiados (sobre una población total de 2 millones).
Hamas dice que desde el inicio de la guerra declarada por Israel han muerto más de 11.000 palestinos. Pero el dato es por los ataques y bombardeos. La amenaza inminente de una hambruna plantea un panorama mucho peor para los gazatíes.