Los candidatos que disputan la presidencia en esta segunda vuelta son Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y Jorge “Tuto” Quiroga, por la Alianza Libre. En la primera vuelta realizada el 17 de agosto, Paz obtuvo el primer lugar con un 32,06 % de los votos (1.717.432 votos), mientras que Quiroga lo siguió con 26,70 % (1.430.176 votos). Eso ya fue toda una sorpresa, ya que candidatos del oficialismo quedaron marginados de la segunda vuelta. Incluso, debieron conformarse con el cuarto puesto, ya que Samuel Doria Medina quedó tercero con cerca de 20 % y decidió apoyar a Paz en la segunda vuelta. El presidente Arce, declinó presentarse y su candidato es quien llegó cuarto. A Morales, que formó una agrupación llamada "Evo Pueblo" le fue muchísimo peor.
Este balotaje marca un quiebre en el dominio político del Movimiento al Socialismo (MAS), que por cerca de dos décadas había sido la fuerza central del poder boliviano. En esta elección, el MAS quedó relegado y marginado del poder también en el Congreso boliviano.
La expectativa es alta, pues se define no solo quién gobernará los próximos cinco años, sino también el rumbo económico del país. Paz, cuya candidatura sorprendió al escalar desde niveles marginales, apuesta por una renovación institucional y acuerdos de gobernabilidad. Por su parte, Quiroga propone reformas económicas profundas, reducción del gasto público y una ruptura con el modelo que caracterizó al MAS. E
Con un electorado que llegó al 86,95 % de participación en la primera vuelta, la contienda del domingo será ajustada y cargada de simbolismo.
evo vs. arce
Evo Morales y el presidente Luis Arce. Aliados antiguos, la pelea entre ellos hizo implosionar al MAS y lo dejó sin gobierno tras 20 años en el poder. (Foto: Archivo)
Adiós a 20 años de "chavismo a la boliviana"
Evo Morales ganó las elecciones de 2005 y encaró un proceso similar al "socialismo del siglo XXI" de Hugo Chávez en Venezuela. Como dijimos, cambió la constitución en 2009 parar poder ser reelecto. Al final de su segundo mandato, hizo un planteo a la justicia - controlada por el MAS de Evo Morales - para poder presentarse nuevamente. La Justicia parcial, le dio la razón y Morales ganó su tercer mandato consecutivo. Pero la crisis ecnómica ya no pudo disimularse en esos 5 años. Además, la crisis de los bolivarianos, los dejó sin la ayuda económica que recibían desde Venezuela.
Morales intentó presentarse a un cuarto período, pero la democracia boliviana estuvo a punto de naufragar, como fue la nota característica de gran parte del siglo XX. La oposición se levantó contra esa posibilidad de Morales. También lo hicieron los militares, quienes le pidieron la renuncia a Evo Morales, luego de una elección tan irregular que debió ser declarada nula. Allí se produjo la renuncia de Evo Morales y la asunción de un gobierno de transición. Eso dividió a los gobiernos de la región. La Argentina, con Macri primero, apoyó a la figura de Jeanine Añez. Pero con la llegada de Alberto Fernández, se pasó a la tesis de Evo Morales: un golpe de estado lo desalojó del poder.
Lo concreto es que finalmente, hubo nuevas elecciones. Morales no pudo presentarse pero en su lugar lo hizo Luis Arce, su ministro de Economía en los primeros gobiernos. En 2020 asumió la presidencia y mandó a procesar por golpista a Añez. Morales creyó que en 2025 tendría otra oportunidad, pero su exiministro se rebeló y se opuso totalmente. Quería ser reelecto. El enfrentamiento entre ambos, debilitó tanto al MAS, que lo dejó sin candidato de peso (ni Morales ni Arce) y luego, fuera de toda chance electoral.
Por eso, gane quien gane el domingo, Bolivia girará a la derecha. Estará más cerca de gobiernos como el Paraguay, Perú, Ecuador y la Argentina. Un equilibrio regional. Cinco países gobernados por la derecha, 4 por la izquierda (Colombia, Uruguay, Chile y Brasil) y la dictadura del régimen bolivariano de Maduro en Venezuela.