HORROR

Macabro plan: la historia del cirujano que se amputó a sí mismo por una oscura motivación

Un médico de 49 años fue condenado a dos años y ocho meses de prisión por autolesionarse. El caso generó dudas entre sus antiguos pacientes y sacudió a la prensa mundial.

Macabra estafa: la historia del cirujano que se amputó a sí mismo por una oscura motivación.

Macabra estafa: la historia del cirujano que se amputó a sí mismo por una oscura motivación.

El mundo quedó sacudido en septiembre de 2025 con la condena a Neil Hopper, un cirujano de 49 años que fue hallado culpable de haber ideado un plan tan macabro como insólito: provocarse lesiones irreversibles en sus piernas con hielo seco para luego amputárselas y cobrar un seguro de casi 600 mil dólares.

El Tribunal de la Corona de Truro, en Cornwall, lo sentenció a dos años y ocho meses de cárcel tras reconocer su responsabilidad en dos cargos de fraude y tres de posesión de pornografía extrema. El caso no solo generó estupor en la opinión pública, sino que también abrió interrogantes sobre la trayectoria profesional de Hopper y el impacto de sus conductas en pacientes a los que atendió como cirujano en hospitales públicos.

El fraude: un plan cuidadosamente calculado

La investigación reveló que en mayo de 2019, Hopper recurrió a un método extremo: utilizó hielo y hielo seco para congelar la parte inferior de sus piernas, lo que derivó en daños irreversibles que obligaron a amputarle ambos miembros por debajo de la rodilla.

El cirujano, en lugar de admitir lo ocurrido, aseguró a médicos y aseguradoras que la amputación había sido consecuencia de una sepsis grave, ocultando que las lesiones habían sido autoinfligidas. Con ese argumento, reclamó a varias compañías aseguradoras una compensación millonaria que terminó ascendiendo a 466.000 libras esterlinas (unos 590.000 dólares).

El fiscal Nicholas Lee explicó durante el juicio que Hopper tenía un “interés sexual en la amputación” y que sus motivaciones mezclaban la obsesión por mutilarse con un objetivo económico. Mensajes recuperados de sus dispositivos confirmaron que había dicho a un amigo que debía “sacarle el jugo a la situación” y que, además, se sentía satisfecho por la atención mediática que estaba recibiendo su caso.

Neil Hopper 3

La conexión con redes de modificación corporal extrema

La Policía encontró en su poder material pornográfico extremo, consistente en videos de mutilaciones voluntarias de genitales y amputaciones. Entre sus contactos apareció el nombre de Marius Gustavson, un noruego identificado como líder de la red internacional EunuchMaker, dedicada a la modificación corporal extrema.

Hopper había intercambiado alrededor de 1.500 mensajes con Gustavson, incluyendo conversaciones técnicas sobre el uso de hielo seco para provocar amputaciones. En 2024, Gustavson fue condenado a cadena perpetua con un mínimo de 22 años de cárcel en Londres, y el vínculo con Hopper resultó crucial para conectar a este último con esa red clandestina.

El juez James Adkin describió los videos encontrados como de un “nivel de daño excepcionalmente alto”, lo que reforzó la gravedad de la condena. Además, se le impuso a Hopper una orden de prevención de daños sexuales por 10 años.

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El impacto en el sistema de salud británico

El caso conmocionó al Royal Cornwall Hospitals NHS Trust, donde Hopper trabajaba desde 2013. La institución aseguró a la BBC que los delitos no guardaban relación con su actividad profesional y que, tras su arresto, se realizaron auditorías clínicas independientes.

Los expertos concluyeron que no había evidencias de que los pacientes hubieran estado en riesgo ni de que las decisiones médicas de Hopper en el hospital hubieran sido inadecuadas. Sin embargo, el daño a la confianza pública fue inevitable.

Antiguos pacientes -incluidos algunos que también habían sido sometidos a amputaciones- contactaron a estudios de abogados especializados en negligencia médica para evaluar posibles demandas.

El abogado Mike Bird, de la firma Enable Law, expresó que el caso generó “grave preocupación y conmoción” entre quienes habían sido atendidos por Hopper y pidió una investigación pública exhaustiva.

Otros, en cambio, defendieron la labor del cirujano. Jason Abbot, quien perdió un pie en 2022 bajo sus manos, declaró que “nunca dudó de la atención recibida” y se mostró sorprendido por los delitos revelados.

La doble vida de un cirujano

Nacido en Aberystwyth, Gales, Hopper había construido una carrera estable en el NHS británico. Formado en hospitales de Swansea, Bangor y Newport, llegó en 2013 al Royal Cornwall Hospitals NHS Trust, donde trabajó hasta su arresto en 2023.

La paradoja es que, mientras amputaba miembros como parte de su profesión, planeaba en secreto la mutilación de su propio cuerpo. Según el fiscal, Hopper llevaba años obsesionado con la idea de convertirse en amputado, un deseo que describió como una mezcla de “obsesión personal y gratificación sexual”.

La defensa intentó matizar la condena alegando que Hopper había manifestado sentirse en un “cuerpo equivocado” y que deseaba vivir como mujer, aunque el tribunal consideró que ese argumento no justificaba el fraude ni la conducta criminal.

El desenlace judicial

El Servicio de Fiscalía de la Corona confirmó que, más allá de la condena de 32 meses, buscará recuperar los fondos obtenidos fraudulentamente a través de la Ley de Productos del Delito de 2022.

El juez Adkin dictaminó que Hopper deberá cumplir al menos el 40% de la pena en prisión antes de poder solicitar la libertad condicional. También estableció que permanecerá suspendido de la práctica médica, a la espera de una decisión final del consejo de profesionales sanitarios.

Neil Hopper

El eco mediático

La historia recorrió portales internacionales no solo por el fraude millonario, sino por los componentes perturbadores de autoamputación, pornografía extrema y fetichismo médico.

El episodio fue ampliamente cubierto por medios como BBC, EFE y The Guardian, que resaltaron la mezcla entre codicia y obsesión personal que motivó al cirujano. La cobertura también recordó otros casos de fraude médico, aunque pocos con el nivel de violencia autoinfligida que presentó Hopper.

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