Algunos son fenómenos naturales inevitables como los sismos, pero todas las tormentas que se descargaron en la región tienen una potencia inusitada que se inscriben como la evidencia del cambio climático.
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Solo en la ciudad de Derna, de 48.000 habitantes, las inundaciones provocaron 2.000 muertos. (Foto: Gentileza SER)
Libia: catástrofe ambiental
La cifra de muertos sigue en aumento. Ya superó largamente lo sucedido en Marruecos. Sólo en el área de la ciudad de Derna, arrasada por un río desbordado, hay miles de muertos desaparecidos. Sobre una población de 120.000 personas, hay unas 30.000 que son refugiados, evacuados porque sus hogares ya no existen.
Derna se inundó por completo porque la lluvia provocada por el ciclón Daniel tuvo un efecto catastrófico. La presión de los muros de los diques de dos represas no aguantaron tanto volumen de agua y colapsaron. El río aguas abajo se transformó en un torrente que inundó y destruyó todo a su paso. Los restos de las casa y edificios, así como miles de personas, fueron arrastrados hasta el mar Mediterráneo.
Las autoridades han declarado al país como una "zona de catástrofe". Problemas de infraestructura - al igual que en Marruecos - hacen que el impacto de la lluvia y las inundaciones sea todavía peor.
Además, esa ciudad quedó aislada por tierra del resto del país, no tiene electricidad ni tampoco conectividad por internet. Las autoridades calculan que el 25% de la ciudad ya no existe.
Los cuerpos sin vida flotan en donde el agua parece haberse quedado por mucho tiempo. La falta de recursos hace que muchos rescatistas que logran recuperar a las víctimas fatales los entierren en fosas comunes. Los cementerios están bajo agua y las morgues, colapsaron.
El Mediterráneo, convertida en zona de monzones
Las lluvias que azotan a toda la zona del Mediterráneo son dos factores combinados. Unos por la "DANA", la Depresión Aislada en Niveles Altos, que causó un brusco movimiento de las corrientes del aire para compensar la presión. El resultado fue el fenómeno que castigó a España en los primeros días de este mes. Luego, la lluvia siguió hacia el este europeo, alimentado por el ciclón Daniel, que castigó duramente a Grecia, Bulgaria y Turquía principalmente.
La agencia meteorológica europea definió que estas lluvias del fin del verano boreal son propias de los monzones en el sudeste asiático. Una evidencia más del cambio climático.
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El terremoto en Marruecos dejó al menos 3.000 muertos pero la cifra sigue en aumento. (Foto: Gentileza DW)
Los terremotos, el complemento fatal
Turquía y Siria sufrieron un sismo en el mes de febrero de gran intensidad. Fue el 6 de febrero de este año. La meseta de Anatolia, que comparten ambos países está asentada sobre una falla geológica muy inestable. El terremoto de 7,8 grados dejó un saldo de 51.080 muertos y 107.204 heridos en Turquía y otros 8.476 muertos y 14.500 heridos en Siria.
El viernes pasado, un terremoto sorprendió a Marruecos con epicentro muy cercano a la ciudad de Marrakech. Todavía siguen las tareas de remoción de los escombros. También allí las cifras siguen aumentando, pero ya hay más de 3.000 muertos y 5.000 evacuados.
Pero, esto no ha terminado. Turquía también sufrió daños y víctimas por las inundaciones. Pero en las últimas horas, dos países están en Alerta. Daniel sigue hacia a Egipto. España debe prepararse nuevamente por el regreso de la "DANA".