Se mantiene activo especialmente en Afganistán, Pakistán e Irán, pero cualquier país en el mundo puede convertirse en su objetivo.
A tal punto que en enero de este año, llevaron adelante un atentado con dos terroristas suicidas y en un acto en honor al general Suleimani. El alto militar iraní que jugo un papel clave para correr a ISIS del territorio de Irak.
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El estado Islámico proclama entre sus orígenes la región de Korashán, que está dividida en varios países de Asia. (Foto: Captura de TV)
Se llaman ISIS-K porque aluden a Korashán, una región que se extiende entre Irán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Afganistán.
Justamente, ISIS-K surgió en 2014 en el este de Afganistán como alternativa a los talibanes. Ahora que, ese país está nuevamente bajo el dominio talibán, la radicalización de ISIS también los ve como enemigos.
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Antes y ahora. Vladimir Putine era primer ministro de Boris Yeltsin cuando rusia atacó a los muslmanes chechenos. (Foto: Euronews)
"Sangre musulmana en manos rusas"
Esa es una de las interpretaciones que guían parte de las acciones de ISIS-K y pueden ayudar a comprender lo que sucedió en la noche del viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, Krasnogorsk, en las afueras de Moscú.
Rusia intervino militarmente en Afganistán (por primera vez con Mijail Gorbachov, en la ex Unión Soviética), en Chechenia y en Siria. Chechenia, es parte del territorio ruso, tiene mayoría musulmana y Vladimir Putin era primer ministro de Boris Yeltsin cuando decidió atacar a los rebeldes separatistas chechenos ( musulmanes).
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Donald Trump era presidente de EE.UU. cuando anunció la muerte del jefe de ISIS, Al Baghdadi.( Foto: A24.com)
El lider del califato instaurado por ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, dijo en 2014 que el mundo se dividía en dos: los musulmanes y el resto, “dirigido por Estados Unidos y Rusia, y movilizado por los judíos”.
Al Baghdadi, el primer califa de ISIS, fue asesinado en un ataque especial de los Estados Unidos en Idlib, Siria, bajo la presidenca de Donald Trump.
Rusia y su líder, Vladimir Putin renovaron el odio que despierta en ISIS a partir de 2015, cuando lucharon en conjunto con las tropas Sirias de Bashar al-Assad, para expulsar al Estado Islámico de ese país.
“La amenaza del ISIS sigue siendo una importante preocupación antiterrorista”, había advertido este mes la directora de Inteligencia nacional de EE.UU., Avril D. Haines, directora de inteligencia nacional. Y la semana pasada, Washington lanzó una advertencia de un inminente ataque que podría darse en Moscú, tal como sucedió el viernes por la noche.
El nuevo “califa” de ISIS-K es Abu Hafs al-Hashimi al-Qurashi, a quien aún no se le conoce la cara.