Los monos no sólo recuperaron su capacidad para ver. El otro "efecto" es el que habilita el debate sobre el futuro de la humanidad.
¿Adiós a un tipo de ceguera o camino al "superhombre"?
Los científicos chinos descubrieron algo más con los simios que volvieron a ver. La retina artificial se adaptó tan bien a su función que los nervios ópticos llevaron algo más al cerebro. Una sorpresa para los propios investigadores. El dispositivo - la retina artificial - no solo restauró la vista de los animales, les permitió percibir el espectro infrarrojo, invisible al ojo humano.
Los autores hablan de una “visión aumentada” o incluso de una forma de “supervisión”: los monos con ese implante pudieron ver incluso en condiciones de baja iluminación y hasta de completa oscuridad. Algo que - por supuesto - no sucede con esos animales naturalmente. El implante amplió de manera inesperada el rango de sensibilidad visual. El camino hacia los ensayos en humanos es menos que experimental, pero los desarrolladores adelantan el dilema ético que se plantea.
Es que el ser humano no solo podría recuperar la visión, un aspecto que está fuera de discusión. La misma tecnología y su eventual desarrollo, podría aplicarse a personas que no sean ciegas. Entonces, podrían "evolucionar" hasta tener - como los monos del estudio - una antinatural "visión nocturna".
La investigación se hizo y logró resultados para solucionar casos de ceguera causada por enfermedades degenerativas de la retina. El diminuto implante tiene dos milímetros de alto y ancho, y 0,1 de espesor. Pero es eficiente para reemplazar los fotorreceptores dañados para imitar sus funciones. Y más: permitió a los simios tener habilidades con la vista inesperadas. Algo imposible, por nuestra propia naturaleza, imposible de captar para los seres humanos.
revista science y retina artificial
El adelanto científico que le devolvió la visión a unos monos. Y más también. (foto: Science)
Visión nocturna y más en un "superhombre"
Jiayi Zhang, de la Universidad de Fudan, es una de las que participa en la investigación, dijo: “Al convertir esa luz en señales eléctricas espontáneas que se transmiten al cerebro, la prótesis imita y amplía la función de los fotorreceptores naturales". Ese es el beneficio añadido y también polémico. ¿Para qué se podría utilizar ver más allá de las posibilidades del ojo humano, incluso ante la ausencia total de luz?
En los monos con "ojos no dañados" el resultado fue realmente impresionante: la “visión extendida” se mostró compatible con la visión natural, y los animales fueron capaces de percibir objetos a niveles de iluminación aún más bajos que los empleados en los roedores.
Si se pudiera adaptar al ser humano, el verdadero fin de este avance, abre un abanico tan fascinante como polémico. Se reduce significativamente la complejidad de las cirugías y el daño al tejido retiniano circundante. Pero tener una capacidad visual, incluso en el rango de los infrarrojos, es ajeno a la visión humana. ¿Estamos preparados para ello? ¿Con qué fines podría utilizarse?
"¿Estamos simplemente tratando la ceguera o también potenciando las capacidades humanas?", preguntan en voz alta los científicos chinos. La búsqueda de un "superhombre" no sea un personaje de historietas o del cine, ya es más que una aventura de la ciencia ficción.