Pero primero aparecieron interrupciones o salidas del sistema. El argumento eran cierres temporales para mantenimiento. Durante varios días, Europa se quedó sin el gas ruso. Hasta que en el comienzo de septiembre, la medida se hizo permanente. Gazprom, operadora del gasoducto, dijo que no restablecería el suministro de gas por la enorme tubería de más de 1.400 km. de extensión.
Pero ahora, el problema es más grave. Aunque el gas no fluya por Europa, el gasoducto submarino - por seguridad- debe mantener su caudal de fluido y de presión. Hasta hoy, en que Dinamarca y Suecia hicieron sonar las alarmas en toda Europa.
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La enorme "burbuja" y espuma que forma la pérdida de gas en el mar Báltico por filtraciones en Nord Stream I (Foto: Captura de TV)
Fuga de gas, ¿peligrosa y sin reparación en el invierno?
Hay por lo menos tres lugares que los sonares de los buques ubican como las perdidas del gasoducto. En la superficie aparece un enorme borbotón de agua, con la espuma de mar. Es lo que produce el gas liberado desde las entrañas del gasoducto en el fondo del mar Báltico. De nuevo hay acusaciones cruzadas entre la Unión Europea y Rusia por un "acto de sabotaje". Para peor, con las bajas temperaturas y el tiempo cambiante del otoño y del invierno europeos, acometer una tarea de reparación es compleja y peligrosa.
El problema para Europa ya no es cómo pagar las altas tarifas de la energía o de dónde conseguir gas que sustituya al que llegaba desde Rusia. Ahora se suma otra amenaza. Qué puede pasar con un gasoducto que no está en funcionamiento y además, tiene importantes pérdidas del combustible que debe transportar.