Triunfo arrasador de Donald Trump en la primera ronda electoral de la primaria republicana. (Foto: Gentileza Facebook de Breitbart)
"Quieren que Estados Unidos vuelvan a ser importantes. Hagamos grande nuevamente a los Estados Unidos". Esas fueron las palabras con las que Donald Trump celebró su arrasadora victoria en las primarias de electorales en el estado de Iowa. Ganó con más del 51% de los votos y por supuesto, sumó más que todos sus competidores internos juntos.
No hizo más que ratificar lo que todas las encuestas dicen desde hace cuatro años. Desde que dejó de manera escandalosa la Casa Blanca, sigue siendo la figura que domina por completo al partido Republicano en su lucha por volver al poder.
Ni siquiera el constante desfile por tribunales, por causas de todo tipo en su contra, logran afectar en lo más mínimo su camino que parece libre de obstáculos para lograr la nominación como candidato presidencial.
Para el magnate norteamericano, la campaña es simple. Es como si se encontrara en una reedición de la de 2016 (ganó) o 2020 (perdió). Mantiene sus dos o tres ideas centrales, la repite permanentemente y, con eso, mantiene el compromiso o alianza de sus votantes republicanos y seguidores.
El primer punto es el que muestra siempre en carteles o una gorra roja con letras blancas: "MAGA".
Significa "Make America Great Again" ( Hagmos grande a los EE.UU. nuevamente) y es la idea fuerza con la que desde hace 8 años insiste: que los Estados Unidos perdieron su papel de liderazgo en el mundo por culpa de los burócratas de Washington y los demócratas y países como China supieron sacar provecho de esta "deserción".
Pero las claves de esa "retirada" tienen puntos muy concretos para Trump.
Una de los momentos más importantes de su mensaje tras la victoria estuvo dedicado a la inmigración ilegal. Trump solo repite las consignas de cada campaña electoral para tener éxito. Habló de cerrar la fronteras porque Estados Unidos vive una "invasión" de inmigrantes ilegales - la mayoría la ubica llegando desde México - que representan a una población como la de Nueva York.
"Algunos creen que es bueno, pero es una situación pésima para nuestro país", dijo anoche en Iowa.
Para Trump todo se vincula con su ansiada "revancha" que espera desde hace 4 años: volver a competir electoralmente con Joe Biden y esta vez, ganarle.
Con la contundencia de la victoria, Trump no necesitó anteriores estridencias para marcar sus diferencias con Joe Biden. No dudó en calificarlo como "el peor presidente en la historia y está destruyendo a nuestro país". Por eso el magnate quiere una segunda oportunidad en la Casa Blanca. Para confrontar dos modelos de gestión para los Estados Unidos y el liderazgo mundial.
Trump tiene 4 causas abiertas en diferentes juzgados, pero que suman un total de 91 posibles delitos de diferente rango. El más grave, es su responsabilidad en los violentos episodios del 6 de enero de 2021 en la "toma del capitolio" para que no se pudiera ratificar oficialmente el triunfo electoral de la fórmula Biden-Harris.
Sin embargo, lleva 4 años liderando todas las encuestas de opinión sobre el mejor candidato para el partido republicano. No solo eso, ya que sus rivales, ni siquiera se le acercan. Y esto es lo que sucedió en la primaria de Iowa.
Donald Trump se impuso con el 51% de los votos. Sacó 30 puntos de ventaja al segundo, el gobernador Ron De Santis. Tercera llegó la única mujer que participa de la primaria: Nikki Haley. Fue embajadora de EE.UU, en la ONU con Trump, pero rompió con su líder cpor la violencia en Washington hace 4 años. Esperaba superar a De Santis para quedar como primera alternativa, pero hizo un mal arranque en las primarias.
Iowa fue el primer escalón en la carrera para la nominación presidencial republicana. Aporta solo 40 delegados de los 2429 en total. Donald Trump se quedó con 20 delegados, la mitad exacta. Falta mucho, por supuesto, pero cumplió con lo que se le pide a un favorito: que arrase. Y eso fue lo que pasó en el primer round del año.