López vivía en la zona de Merlo, pero hace poco había comprado una propiedad en la localidad de El Palomar y la estaba refaccionando para mudarse después de su retiro,
Desde 1990, el comandante realizó su servicio en diferentes destacamentos de la provincia de Buenos Aires, en Jujuy y en Misiones, entre otros. Ahora, después de casi 35 años de formar parte de la Gendarmería, la víctima estaba a tan solo un mes de retirarse, según contaron en A24.
El hecho ocurrió el jueves por la tarde, minutos antes de las 19, cerca de la casa de la víctima, situada sobre las calles Villegas y Atahualpa. La secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad de la zona, que filmaron el momento exacto en el que los delincuentes empezaron con los disparos.
En las impactantes imágenes puede verse el instante en el que un auto Toyota Etios negro frenó en la esquina de la calle Atahualpa, donde estaba estacionado el vehículo de la víctima. Bajaron cuatro hombres armados con la intención de cometer un asalto.
La Policía bonaerense desplegó un intenso operativo
“Levantá las manos”, se escucha decir a uno de los ladrones. Así empezó el tiroteo entre los agresores y los gendarmes que continuaban en el interior de su auto. De este enfrentamiento, López resultó gravemente herido y murió poco después en el lugar.
La Policía bonaerense desplegó un intenso operativo para encontrar a los responsables del crimen, que aún permanecen prófugos. Minutos después del asesinato, el Toyota Etios que usaban los delincuentes apareció prendido fuego en el barrio Fuerte Apache.
La autopsia reveló que murió por los disparos
La autopsia al cuerpo del gendarme asesinado en el barrio bonaerense de El Palomar reveló que los delincuentes lo mataron de siete balazos.
De acuerdo al resultado preliminar de la necropsia, Guillermo Alfredo López, de 55 años, sufrió dos impactos de entrada y salida, uno en el brazo izquierdo, otro en el antebrazo del mismo lado y otros dos en la extensión de ese miembro.
El informe señala que una bala ingresó en el glúteo derecho, la cual quedó alojada en aquella zona, mientras que los proyectiles restantes fueron en la axila izquierda con salida por el dorsal y la última en el hueco externo.