Adrián Spelta, fiscal a cargo de la investigación por el asesinato de Máximo Jerez en Rosario, ordenó requisar celdas del pabellón 9 de Piñero ante la sospecha de la posible participación de reclusos en la planificación del hecho.
Adrián Spelta, fiscal a cargo de la investigación por el asesinato de Máximo Jerez en Rosario, ordenó requisar celdas del pabellón 9 de Piñero ante la sospecha de la posible participación de reclusos en la planificación del hecho.
Además, buscan a una sexta persona que de momento está prófuga y se supo que el próximo viernes serán imputados los cinco detenidos por el ataque ocurrido el fin de semana pasado.
Durante una entrevista al medio Radiópolis (Radio 2), el fiscal dijo que detrás del crimen está “una banda (narco) opositora” a la que lidera Cristian “Salteño” Villazón en el barrio Empalme Graneros, y sugirió que posiblemente detrás de la brutal balacera podrían estar internos de Piñero.
De acuerdo a su explicación, se cree que los dos sospechosos que cayeron este martes serán acusados como presuntos coautores, mientras que los tres aprehendidos el lunes en Campodónico al 3200 con un Honda Civic serán imputados por presunto encubrimiento.
“Alex Ibáñez (recluso de Piñero) es primo de los dos detenidos ayer (por este martes). Y los detenidos en barrio Godoy son familiares de Mario Borda, un taxista que participó en el crimen de la adolescente Ticiana Espósito, y que comparte pabellón con Ibáñez”, detalló el funcionario judicial.
Consultado sobre qué puede hacer la Justicia para bajar los índices de la violencia, Spelta respondió: “Con las herramientas que tenemos hacemos lo máximo posible para parar esta guerra. Hacen falta más recursos. Lo que también solicitamos es que una vez que podemos detener a estas personas, que no sigan cometiendo delitos. Genera desazón. Se trabaja durante años para una condena y después te enterás que todo tiene que ver con una persona que está privada de la libertad”, sostuvo, según consignó el medio Rosario 3.
En este marco, ayer vecinos de Rosario salieron a la calle espontáneamente para reclamar "paz y seguridad" en una ciudad jaqueada por la violencia armada y la narcodelincuencia.
Máximo Jerez, de 11 años, fue asesinado esta semana de al menos un disparo en la espalda y otros tres chicos resultaron heridos luego de ser atacados por un hombre que disparó hacia un grupo de personas que estaban sobre el frente de una vivienda donde se encontraban los menores, en un barrio al noroeste de la ciudad santafesina de Rosario.
El ataque ocurrió días atrás por la madrugada frente a una casa ubicada en pasaje María de los Ángeles al 1500, en la zona de Cabal y San José, del barrio Empalme Graneros, en el noroeste de Rosario.
Según indicaron las fuentes, el hombre llegó hasta el lugar y comenzó a disparar a la vivienda, donde en la vereda había un grupo de personas, entre ellos varios niños.
A raíz de los disparos, un menor de 11 años recibió al menos un tiro en la espalda, lo que le provocó la muerte. Los otros tres chicos heridos en el mismo episodio -de 2, 13 y 14 años- continuaban internados.