Su vida terminó en un confuso episodio que incluyó un enfrentamiento a tiros contra oficiales de la policía y el FBI, una fuerte explosión y decenas de personas muertas. Fue una de las mayores tragedias de la época en los Estados Unidos.
David Koresh: ascenso como líder de los Davidianos
Mucho antes de convertirse en el profeta y líder de los Davidianos de la Rama, Koresh era un niño solitario que había nacido en Houston, Texas. Se llamaba, en realidad, Vernon Howell y era el hijo de una madre adolescente que se volcó a la religión.
Cuando tenía 8 años sufrió una violación grupal por parte de unos jóvenes que lo aisló aún mas. A pesar de sus problemas de aprendizaje, durante su niñez logró memorizar el Nuevo y el Antiguo Testamento y cuando cumplió 19 años decidió profundizar su devoción tras dejar embrazada a una adolescente.
Por entonces, comenzó a participar de la iglesia Adventista del Séptimo Día, pero fue expulsado tras intentar conquistar y asediar a la hija del ministro.
En 1981, Koresh se presentó en la sede de los Davidianos de la Rama, un grupo religioso originado como un desprendimiento de los Adventistas del Séptimo Día. El lugar donde se alojaban era un rancho estilo texano llamado Monte Carmelo, ubicado cerca de la ciudad de Waco. El joven tartamudeaba y era casi analfabeto.
David Koresh secta.jpg
David Koresh, el falso mesías.
"Era una especie de vagabundo", contó el ex davidiano David Bunds, quien conoció a Koresh en 1981. "Tenía un automóvil que conducía y dijo que el Señor se lo dio. Era un tipo muy desaliñado. Obviamente era pobre. No tenía trabajo, o al menos un trabajo regular”, agregó en declaraciones a la cadena ABC News.
En la secta, Koresh cayó bajo la tutela de Lois Roden, una profetisa de 76 años y líder del grupo, con quien, se cree, comenzó una relación sentimental. El joven decía que Dios lo había elegido para engendrar un bebé con ella y empezó a disputar el liderazgo con el hijo de la mujer, quien se perfilaba como futuro jefe de la organización.
Por esos años, Koresh se casó con Rachel Jones, hija de uno de los dirigentes de los davidianos, y llevó a cabo un fuerte reclutamiento de jóvenes en Gran Bretaña, Australia e Israel. En noviembre de 1987 decidió volver a Monte Carmelo y, junto a un grupo de seguidores, disparó contra el hijo de Lois Roden y otros fieles. Aunque la Justicia liberó a todos los hombres, la secta sufrió una gran escisión.
David Koresh.jpg
David Koresh junto a sus seguidores.
A partir de entonces, Koresh fue el jefe indiscutible en Monte Carmelo y, tras la muerte de la profetisa, las cosas comenzaron a cambiar. Antiguos seguidores contaron tiempo más tarde que durante las sesiones de estudio bíblico el nuevo líder afirmaba que su misión era llevarlos a la batalla final “que acabaría con el mundo y los llevaría a la gloria”.
El hombre empezó a creer que estaba en una misión de Dios y que era el único que podía interpretar la Biblia. La disciplina se volvió fundamental y sin contemplaciones. Los hombres vivían separados de las mujeres y Koresh ordenaba a todos, por ejemplo, dónde dormir y qué alimentos comer: el azúcar, la harina procesada y los productos lácteos estaban prohibidos.
Los niños que sobrevivieron a la secta, que hoy son adultos, recuerdan una comunidad muy unida en la que no se les permitía tener contacto con nadie fuera del culto. Se les enseñó que solo había dos tipos de personas: las "buenas", que estaban dentro del rancho; y las "malas", que eran todas los demás.
david koresch secta.jpg
David Koresch junto a Rachel Jones.
Joann Vaega tenía 6 años cuando dejó el complejo y tiempo atrás contó que era golpeada con regularidad y que Koresh les decía que “se acercaba el fin del mundo” y que eran "el pueblo elegido para sobrevivir porque David era el hijo de Dios". Se les enseñó, además, a prepararse “para la guerra”.
Por esos años, Koresh pidió a sus seguidores, incluidas las parejas casadas, que abrazaran el celibato. Más tarde, ordenó que todos los matrimonios del grupo se disolvieran y que las mujeres que él requiriera pasaran a ser sus "esposas". Su objetivo era producir bebés destinados a manejar el mundo.
El pedido no quedó ahí y el líder comenzó a abusar de niñas de entre 10 y 12 años. En rigor, Kiri Jewell, quien vivó en el rancho, reveló a la cadena ABC News en una entrevista de 2003 que ella misma se convirtió en la "novia" más joven de Koresh cuando tenía solo 10 años.
Tiempo después, testificó ante el Congreso y reveló que el presunto profeta abusó de ella en un motel. Según su relato, el hombre tenía unas 20 esposas para 1993. Además, abusó de Karen Doyle, una chica de 14 años a quien tomó como su segunda esposa y poco después hizo lo mismo con Michele Jones, de 12 años y hermana de su primera mujer, Rachel.
El asedio de Waco
Según The Dallas Morning News, mucha gente abandonó el lugar por esos años y los desertores del grupo comenzaron a advertir a las autoridades sobre actos de abuso infantil, fraude migratorio y servidumbre involuntaria. La Embajada de Estados Unidos en Australia encontró los informes tan preocupantes que sus funcionarios enviaron cables al Servicio de Inmigración, al Departamento de Estado y al FBI.
Se cree que a principio de la década del 90, la organización efectuó compras de armas por más de 250.000 dólares. Además, comenzaron a derribar las casas de Monte Carmelo y a construir un nuevo complejo. La estructura tenía muros de hormigón, una torre de vigilancia de tres pisos y un búnker subterráneo hecho con un autobús enterrado.
En enero de 1992, un reportero de televisión australiano fue al lugar para entrevistar a Koresh. "No es asunto de nadie tener un arma o no", declaró el religioso ante las cámaras. "Los estadounidenses tienen derecho a tener armas. Si vienen aquí y empiezan a dispararnos, ¿qué harías?", expresó.
David Koresh secta.jpg
El rancho Monte Carmelo en llamas.
El 28 de febrero de 1993, agentes federales encargados de hacer cumplir la ley se encontraron cara a cara con los davidianos. Los oficiales intentaban arrestar a Koresh y allanar el predio cuando comenzaron a intercambiar disparos.
Al final del tiroteo, cuatro agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego y seis davidianos terminaron muertos. La operación fallida se convirtió en un enfrentamiento que duró 51 días. En ese tiempo, Koresh y la mayoría de sus seguidores se negaron a abandonar el recinto, que estaba rodeado de tanques, vehículos blindados y 600 agentes federales.
David Koresh secta.jpg
El rancho Monte Carmelo tras el fatídico incendio.
El tenso operativo terminó con un confuso incendio que envolvió el complejo el 19 de abril de 1993. El fuego dejó 75 personas muertas, incluidos niños y niñas. Muchos de los fallecidos tenían heridas de bala en la cabeza, el pecho y la cara, según consignó la revista Time.
Koresh estaba entre los muertos. Tenía un tiro en medio de la frente. Los oficiales encontraron, además, a un niño de 3 años apuñalado fatalmente en el pecho y otros menores con golpes en la cabeza y asfixia por humo. Solo nueve seguidores sobrevivieron.
David Koresh secta.jpg
La placa que recuerda a las víctima de la "masacre de Waco". (Fuente: CNN)
El inicio del incendio y los disparos a los niños y otros integrantes del grupo religioso siguen siendo un misterio al día de hoy. Tras las muertes, el accionar del FBI fue puesto en duda y los críticos llamaron al trágico episodio “la masacre Waco”.