Con voz prestada por sus nuevos representantes legales, María y José volvieron a alzar el reclamo que llevan haciendo desde aquel trágico día: que se haga Justicia y que su hijo regrese. “Loan sigue desaparecido. No hay dolor más profundo ni desesperación más intensa que la que atraviesa una familia que no sabe dónde está su hijo”, expresa el documento.
La familia sostuvo también que su única prioridad sigue siendo encontrar al niño. “Nuestra única prioridad sigue siendo encontrarlo con vida y traerlo a casa. La Justicia es la única vía legítima para investigar y esclarecer lo sucedido”, añadieron.
Este mensaje no solo renueva la angustia que atraviesan desde hace más de 300 días, sino que también es un grito de pedido a la sociedad: que no se olvide, que no se silencie el caso, y que la imagen de Loan siga presente en cada rincón del país.
Un silencio necesario para proteger la causa
El cambio en la representación legal trajo consigo una decisión estratégica: evitar toda declaración pública que pueda entorpecer la causa. Así lo indicaron Gustavo Sánchez y María Belén Russo Cornara en el comunicado que difundieron al asumir la defensa.
“Rechazamos con firmeza los ataques, especulaciones, acusaciones infundadas o versiones fantasiosas que desvían el foco de lo verdaderamente importante: buscar a Loan”, afirmaron, marcando una línea clara en la nueva etapa del caso.
En el mismo texto, los abogados remarcaron que, tanto ellos como los padres de Loan, no harán declaraciones públicas por el momento, con el objetivo de evitar generar más confusión o alimentar hipótesis que no sumen a la investigación. “Este comunicado busca proteger la intimidad de la familia y mantener el respeto que el caso merece”, concluyeron.
El día que todo cambió
Loan desapareció el 13 de junio de 2023, luego de un almuerzo familiar en la casa de su abuela, ubicada en 9 de Julio, provincia de Corrientes. Desde entonces, su rastro se volvió incierto. Se tejieron múltiples hipótesis: desde extravío accidental hasta teorías más complejas que involucraron desde encubrimientos hasta redes de trata. Pero ninguna logró llevar a la localización del menor.
Con el paso del tiempo, las primeras líneas investigativas perdieron fuerza. Y lo que parecía una búsqueda masiva, se fue transformando en una causa plagada de dudas, versiones contradictorias, y hasta desconfianzas internas entre los actores judiciales.
La presión social que no cesa
A pesar del tiempo transcurrido, la presión de la opinión pública continúa. Los rostros de Loan siguen multiplicándose en redes sociales, pancartas, actos escolares y medios de comunicación. Frases como “¿Dónde está Loan?”, “Que aparezca ya”, o “Todos somos Loan” se convirtieron en parte del paisaje cotidiano.
“Su carita sigue esperándonos en cada rincón del país. No lo dejemos solo. No lo borremos de la memoria colectiva. Porque hasta que aparezca, lo vamos a seguir buscando todos. Siempre”, dijeron sus padres en una parte del mensaje más emotiva y que deja en claro la dimensión emocional que este caso tiene para ellos y para la comunidad.
Las especulaciones que desvían el foco
Una de las principales preocupaciones del nuevo equipo legal es el daño que generan las versiones falsas o poco fundamentadas. A lo largo de estos diez meses, han circulado en redes sociales y medios de comunicación múltiples relatos que, lejos de acercarse a la verdad, han contribuido a entorpecer el proceso investigativo y dañar a la familia.
Desde avistamientos no confirmados hasta supuestas declaraciones sin sustento, todo contribuyó a un ruido constante que terminó por generar más confusión que claridad. La decisión de los padres de evitar nuevas declaraciones públicas es una forma de cortar con esa dinámica y centrar todos los esfuerzos en lo que realmente importa: encontrar a Loan.
Una causa que aún espera respuestas
El expediente judicial sobre la desaparición de Loan sigue abierto. Hasta ahora, no hay imputados firmes ni pistas concretas que permitan determinar qué pasó aquel día en la casa de su abuela. A pesar de los múltiples rastrillajes, las pericias y los cambios en las líneas investigativas, la causa sigue sin un rumbo claro y, lo más grave, sin respuestas para una familia devastada.
La renuncia de Gallego como abogado querellante también expuso ciertas tensiones internas en el manejo del caso. Su salida dejó al descubierto diferencias de criterio que ahora el nuevo equipo buscará corregir, con el objetivo de impulsar una investigación más ordenada y menos contaminada por el ruido mediático.
Esa frase, repetida varias veces por la familia y sus abogados, resume el espíritu con el que enfrentan esta etapa. Saben que el tiempo juega en contra, pero también creen que insistir y sostener la memoria activa de Loan es la única forma de acercarse, eventualmente, a la verdad.
Mientras tanto, el país entero sigue conmovido por una historia que no encuentra cierre. La historia de un niño que fue a almorzar con su familia y nunca volvió. La historia de una familia que, a pesar del dolor, se niega a rendirse. La historia de un país que no puede permitirse olvidar.