La vida de Timothy fue un calvario desde temprana edad. Murió el 5 de julio de 2022 tras años de maltrato y abusos.
Shanda, la madre de Timothy y la autora de años de maltrato. Foto: gentileza https://truecrimenews.com/
Timothy Ferguson nació en 2007 en Michigan y fue el cuarto hijo de Shanda Vaner Ark y Eric Ferguson. De pequeño, se le diagnosticó autismo y problemas motores, lo que lo convirtió en una víctima fácil de maltrato infantil para una madre con trastornos mentales.
La vida de Timothy fue un calvario desde temprana edad. Su madre, junto con su hermano mayor Paul, de 20 años, sometió al chico a un constante abuso. Entre las vejaciones documentadas se incluyen restricciones de comida, baños de inmersión en hielo y forzarlo a dormir en un armario diminuto.
Estos hechos culminaron en la muerte de Timothy por hipotermia y desnutrición el 5 de julio de 2022. En rigor, ese día, Shanda le pidió a Paul que llenara la tina de agua helada una vez que él obedeció siguió con los pasos que ya conocía de memoria.
Primero, introdujo una cantidad considerable de hielo; después hizo que Timothy se sumergiera. Al día siguiente, Shanda y Paul se sorprendieron ante el silencio en la casa y allí descubrieron el cuerpo sin signos vitales del menor de sus hijos.
En ese momento, entraron en pánico y elaboraron un plan para que les permitiera salir airosos. Se le ocurrió fingir que Timothy había estado sometiéndose a sí mismo a una huelga de hambre.
Con esa idea en mente envolvieron el cuerpo en una lona y lo trasladaron al armario donde lo obligaban a dormir. Luego se comunicaron con los servicios de emergencia para continuar con la mentira. Sin embargo, la autopsia reveló que el adolescente había fallecido por hipotermia y desnutrición. El chico pesaba solo 31 kilos.
Durante el juicio, Shanda Vaner Ark negó recordar gran parte de lo sucedido, pero las pruebas presentadas, incluidas imágenes del cuerpo maltratado de Timothy, la llevaron a una crisis emocional en el estrado.
A pesar de ello, el jurado la declaró culpable de asesinato en primer grado y abuso infantil, basándose en los testimonios de testigos y las evidencias acumuladas. La mujer fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Por su parte, Paul Ferguson, quien admitió haber participado en los abusos bajo la supuesta coacción de su madre, también fue condenado. A pesar de su intento de obtener clemencia, el juez lo sentenció a un mínimo de 30 años y un máximo de 100 años de prisión.
