La mujer fue acusada de agredir físicamente a su hijo y de enviar videos con amenazas al padre, quien denunció los hechos que generaron conmoción en una localidad santiagueña.
Un nuevo caso de violencia infantil sacudió a la ciudad de La Banda, en Santiago del Estero, donde una mujer fue detenida tras ser acusada de golpear brutalmente a su hijo de tan solo un año y dos meses, filmar las agresiones y enviárselas por WhatsApp a su expareja como forma de venganza. El niño fue rescatado por la policía y quedó al resguardo de su abuela materna.
La denuncia fue realizada por Sergio, de 33 años, padre del menor y expareja de la acusada, Fátima Juárez. La pareja se separó hace casi dos años, antes del nacimiento del bebé. Según la presentación realizada en la Comisaría Nº2 de la Mujer y la Familia, el hombre comenzó a recibir videos y mensajes de audio perturbadores, en los que se veía claramente a la joven golpeando al niño.
En uno de los registros más alarmantes, Juárez presionaba el rostro del pequeño con ambas piernas, provocándole un evidente sufrimiento. En otro mensaje, se la escuchaba decir: “Algún día al bebé le va a pasar algo, lo vas a ver a tu hijo retratado en todos lados”. En otra amenaza aún más grave, agregó: “Voy a dejar unas pastillas para que tome y muera, realmente a mí ni me interesa”.
Las pruebas presentadas incluían imágenes del rostro del bebé con lesiones visibles. Ante la gravedad del caso, la fiscal de Violencia de Género e Intrafamiliar, Ximena Jerez, ordenó un allanamiento urgente en la casa de Juárez, ubicada sobre la Ruta 1 y las ex vías del tren. Allí fue detenida y el menor quedó a resguardo.
Actualmente, la Justicia avanza con la investigación para determinar el estado emocional y psiquiátrico de la mujer, así como su historial de conducta. Mientras tanto, el niño fue puesto al cuidado de su abuela materna de forma preventiva.
La causa está caratulada como “lesiones graves y amenazas agravadas en contexto de violencia intrafamiliar”, y Juárez podría enfrentar una pena de hasta 15 años de prisión si se acredita la intención dolosa.
