Durante 2020, cuando estaba vigente el Aislamiento Preventivo Social y Obligatorio (ASPO), en esa localidad fueron asesinadas 140 personas por homicidio doloso y otras 69 por homicidio culposo, se concretaron 20.647 robos, de los cuales 7.581 fueron cometidos a mano armada, según datos de la Procuración de la Provincia de Buenos Aires.
En La Matanza viven más de 2 millones de personas y cuentan con 7 mil policías para recorrer las calles del municipio. Allí, los habitantes del lugar denunciaron haber sido víctimas de 68.417 delitos.
Por otra parte, 14 de los homicidios registrados en La Matanza fueron realizados por menores de 16 años, quienes tienen protección al ser inimputables a causa de su edad.
“El aumento de los homicidios históricamente se cruza con el deterioro de la situación social. Esto puede ser también alimentado por una situación de tensión social como la pandemia. Al deterioro socioeconómico se le suma una situación de estrés social importante como la provocada por el coronavirus”, analiza el ex director nacional de Política Criminal, Mariano Ciafardini, en diálogo con El Diario Ar.
"Pero el delito violento no es maldad intrínseca. Puede haber casos psicopáticos, por supuesto, pero la suba o baja de los números generales está vinculada a la contención y acciones sociales de impacto en sectores bajos. No hay aumentos o descensos porque sí. El delito violento puede controlarse, más allá de los patrullajes”, manifiesta.
A partir del informe de estadísticas criminales del Sistema nacional de información criminal y datos del Ministerio de Seguridad, la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires gasta alrededor de $195.805.671.208 pesos, es decir, un 10,25% del presupuesto provincial.
De este monto, $147.267.524.170 son destinados al Ministerio de Seguridad. El 80% de estos fondos se utilizan en gastos corrientes, como los sueldos de los efectivos de la policía bonaerense.
A su vez, el ministro de Seguridad Aníbal Fernández sostuvo que estos hechos de inseguridad ocurren "en todas partes del mundo, en algunas más y en algunas menos", lo que le valió varias críticas por parte de la oposición.
Por su parte, Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense dijo que "lo que ocurrió en Ramos Mejía fue por un sistema que no funciona y tiene que ver con lo cultural, lo económico", y que "nadie sale porque sí a matar, hay una degradación cultural, económica muy grande. No hay concepto de orden, autoridad".
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