Hay un dato que inquieta a los investigadores del doble femicidio que conmueve al país. Y es una pista que podría dar detalles sobre lo aberrante que fue el crimen.
Los investigadores prestaron atención a un dato que podría dar pistas sobre lo que pasó en la casa en la que se cometieron los crímenes.
Hay un dato que inquieta a los investigadores del doble femicidio que conmueve al país. Y es una pista que podría dar detalles sobre lo aberrante que fue el crimen.
Se trata del nene de 5 años, que podría haber presenciado los asesinatos de su mamá y su abuela. ¿Cómo lo saben? Después de cometido el hecho, Pablo Laurta tomó un remis desde Córdoba a Gualeguaychú, por el cual pagó 1.500.000 pesos. El taxista que los llevó relató que tuvo que parar un par de veces en la ruta porque el nene estaba vomitando.
Un dato irrelevante, pero que en este contexto de violencia desmedida podría ser un indicio clave: ¿Presenció el chico los crímenes de su mammá y su abuela? Esa descompostura podría ser también un síntoma de una crisis nerviosa.
La intensa búsqueda de Pablo Laurta, señalado como el autor del doble femicidio de su expareja y su exsuegra en Córdoba, terminó este domingo al mediodía en Gualeguaychú, Entre Ríos. El hombre, de nacionalidad uruguaya, fue sorprendido por dos policías de civil cuando se disponía a desayunar en el restaurante del Hotel Berlín, sin sospechar que su huida había llegado a su fin.
A pocos metros de él, su hijo Pedro Rodríguez Laurta, de apenas cinco años, permanecía sentado, ajeno al operativo que en minutos lo pondría a salvo.
La captura y el rescate
Según informaron fuentes policiales, Laurta no ofreció resistencia. Intentó mantener la calma, pero su actitud nerviosa lo delató. Pedro, asustado por la irrupción de los agentes, corrió hacia una oficial, que lo contuvo de inmediato junto al equipo especializado en menores.
Minutos después, la imagen del niño abrazado a la policía recorrió redes y medios, convirtiéndose en símbolo del alivio tras dos días de intensa búsqueda y angustia.
Laurta fue esposado en el lugar y poco después se descompensó, por lo que fue trasladado al Hospital Centenario de Gualeguaychú, donde quedó bajo custodia policial.
De Córdoba a Entre Ríos: la ruta de la huida
El caso comenzó en Villa Serrana, al norte de la ciudad de Córdoba, y derivó en una operación policial que abarcó tres provincias. La captura fue posible gracias a la coordinación entre las fuerzas de Córdoba, Entre Ríos y la Policía Federal, que lograron reconstruir el recorrido del fugitivo a partir de tres hallazgos clave:
El remisero desaparecido: la familia de Martín Sebastián Palacios (49), chofer de una aplicación en Concordia, denunció su desaparición luego de tomar un viaje hacia Córdoba.
El auto incendiado: el Toyota Corolla blanco de Palacios apareció completamente calcinado en Villa Retiro, cerca del lugar del doble crimen.
El rastreo del celular: los peritos detectaron actividad reciente del teléfono de Laurta en la zona de Gualeguaychú, lo que permitió montar un cerrojo en la ciudad.
Así fue como, este domingo, dos agentes vestidos de civil ingresaron al hotel simulando ser turistas y localizaron al sospechoso desayunando con su hijo. No llevaba documentación, pero tenía un bolso con ropa, dinero y un pasaje con destino final a Uruguay, lo que confirmaba su intención de cruzar la frontera.
La detención de Laurta puso fin a 48 horas de persecución y angustia, y dio inicio a una nueva etapa judicial en una causa que conmocionó a Córdoba y al país.