En el marco del juicio que enfrenta por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, la enfermera Brenda Agüero, de 29 años, defendió su inocencia.
Brenda Agüero se defendió de las acusaciones en el marco del juicio que se lleva en su contra. Además, se refirió a los llamativos archivos encontrados en su teléfono.
En el marco del juicio que enfrenta por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, la enfermera Brenda Agüero, de 29 años, defendió su inocencia.
La joven está imputada de homicidio calificado por procedimiento insidioso contra cinco niños y tentativa de homicidio calificado contra otros ocho recién nacidos. En su declaración, Agüero cuestionó el accionar de la Justicia y criticó el trato mediático hacia ella.
“Las muertes de los bebés existieron, pero tampoco puede ser que me estén bombardeando a mí cuando no tienen pruebas”, enfatizó, y expresó: “Lo que veo es que la Justicia en vez de ser justa no lo es, me ha tocado experimentarlo en carne propia”.
Después de un momento de llanto al inicio del juicio, aseguró estar más tranquila mientras respondía a las preguntas. En la sala, se notó la ausencia de las madres de las víctimas, quienes no estuvieron presentes durante las declaraciones de los imputados, ya que deberán brindar sus testimonios más adelante.
En su defensa, la mujer apuntó contra la cobertura mediática que recibió desde su detención. “Cuando me detuvieron es impresionante cómo en la parte mediática era señalarme y señalarme, no era otra cosa que tirarme con todo lo que había hacia mí sin pensar en el riesgo que corría yo en un contexto de encierro como es Bouwer y mi familia afuera”, afirmó la enfermera, quien se encuentra en prisión desde agosto de 2022.
Sobre las acusaciones que pesan en su contra, subrayó que no comprende cómo la sociedad podría verla como una “asesina serial”. “Quiero que quede bien claro, no entiendo en qué cabeza cabe que una persona sana, que no tiene ninguna enfermedad psiquiátrica, ningún antecedente y sin problemas en ningún trabajo del día a la mañana salga a matar”, sostuvo con firmeza.
En un relato más personal, Agüero destacó su dedicación al Hospital Neonatal, al que llegó tras una ardua lucha por entrar. “Estaba fascinada con ese hospital y luché tanto para entrar que duele que ese lugar que amás tanto te termine arruinando la vida”, expresó.
Sin embargo, dejó en claro que hoy no podría volver a trabajar en el ámbito de la salud, mucho menos con niños. “Hoy no quiero saber más nada con eso, no podría volver a tener contacto con algún niño, no podría volver a ejercer la profesión que yo tanto quise”, dijo visiblemente afectada.
A pesar de su situación, la joven relató que se encuentra estudiando abogacía mientras permanece detenida y mencionó que aún no ha podido leer por completo el expediente de su caso. Por esa razón, adelantó que ampliará su declaración en otro momento del juicio.
Finalmente, la enfermera también se refirió a los archivos en PDF encontrados en su teléfono móvil, los cuales fueron asociados por la investigación con la muerte de los bebés. Agüero aclaró que esos archivos no fueron descargados por ella, sino que le fueron enviados por una compañera que estaba realizando un curso en el Hospital Garrahan.
“Sí tenía archivos de Neonatología pero porque trabajaba en esa función en otro sanatorio. No los descargué yo, son archivos que me mandaron”, sostuvo, con la intención de refutar uno de los indicios presentados en su contra.
El juicio, que conmovió a la provincia, comenzó ayer con una acusación lapidaria de la Fiscalía, que calificó los hechos como “terror infantil, horror infantil”.
Según la acusación, Agüero no solo fue responsable de la muerte de los bebés fallecidos, sino también de los intentos de asesinato de aquellos que sobrevivieron. La Fiscalía aseguró que, con el accionar de la enfermera, se trató de una serie de homicidios cometidos de manera sistemática.
Además de ella, otros diez imputados enfrentan cargos en este caso, incluido el personal de salud del hospital y funcionarios del Ministerio de Salud de Córdoba, entre ellos la exdirectora Liliana Asís, acusada de encubrimiento agravado, falsedad ideológica y omisión de deberes. También el exministro de Salud Diego Cardozo enfrenta cargos por encubrimiento e incumplimiento de deberes.
Por su parte, las querellas que representan a las víctimas han destacado la magnitud de la tragedia. Carlo Nayi, uno de los abogados, expresó que “esto es una cadena de atrocidades, de asesinato de niños en un centro de salud”. En tanto, Daniela Morales Leanza, otra de las querellantes, subrayó la violencia institucional que acompañó el caso, mencionando que los testimonios que se presentarán demostrarán la responsabilidad de la acusada y también de los funcionarios que permitieron que los hechos ocurrieran.
El defensor de la enfermera, Gustavo Nievas, por su parte, aseguró que su clienta es “inocente” y criticó el enfoque político que, según él, ha tenido la causa. El juicio continúa y se espera que en los próximos días se presenten más pruebas y testimonios que clarifiquen los terribles hechos ocurridos en el hospital.
Ayer, además, Agüero rompió en un llanto desconsolado minutos antes de que comenzara la audiencia. La enfermera llegó este lunes poco antes de las 10 a la Cámara Séptima de los Tribunales de Córdoba, donde tomó asiento frente a los jueces Patricia Soria, Laura Huberman y José Cesano.
Cuando los magistrados habilitaron el ingreso de las cámaras de televisión, la enfermera se largó a llorar desconsoladamente. Fue contenida por su abogado defensor y personal policial.