POLICIALES

La violaron, confesó quién lo hizo y se quitó la vida: el mensaje de su hermana y el juicio que intenta sanar parte del dolor

El inicio del juicio por el caso de Millaray Cattani, la joven que murió en 2021 tras un largo proceso de sufrimiento, marcó un momento clave para su familia y la comunidad que la acompaña en la búsqueda de justicia.

La violaron, confesó quién lo hizo y se quitó la vida: el mensaje de su hermana y el juicio que intenta sanar parte del dolor

El inicio del juicio por el caso de Millaray Cattani, la joven que murió en 2021 tras un largo proceso de sufrimiento, marcó un momento clave para su familia y la comunidad que la acompaña en la búsqueda de justicia. Conmovidos y firmes, los allegados de la adolescente expresaron sus sentimientos luego de la primera jornada en el tribunal, un proceso que esperaron durante más de cuatro años.

Ayelén Cattani, hermana de Millaray, fue quien tomó la palabra ante los medios y compartió la dureza de enfrentar este momento tan esperado como doloroso. “Fue muy duro, pero necesario. Todos queremos justicia para Milla”, declaró con voz quebrada al finalizar la audiencia.

Un juicio que remueve heridas abiertas

Para la familia de Millaray, sentarse en la sala del tribunal fue revivir el calvario que comenzó en 2019, cuando, según la acusación, Gustavo Donaire, hermano de una compañera de escuela de la joven, abusó sexualmente de ella. Lo que comenzó como un hecho aberrante aislado se transformó, según los testimonios, en un hostigamiento constante que no cesó hasta el día de su muerte, el 14 de abril de 2021.

“No es fácil ver que del otro lado se rían o hagan caras y murmullos”, relató Ayelén sobre la actitud de los familiares del acusado en el tribunal. “Pero nosotros siempre con la frente en alto, tranquilos, respetuosos. Hoy somos la voz de Milla y nuestro objetivo es que ella pueda descansar en paz y esta persona sea condenada”, agregó en una entrevista concedida a La Opinión Austral.

La imagen de la familia Cattani caminando hacia el tribunal, entre muestras de apoyo de amigos y organizaciones sociales, fue el reflejo de una lucha que no se detuvo pese al paso del tiempo y los obstáculos del proceso judicial.

El diario íntimo de Millaray: una confesión silenciosa

Uno de los elementos más conmovedores del caso es el diario íntimo que Millaray escribió durante los últimos años de su vida. En esas páginas, la adolescente dejó plasmados sus pensamientos y el impacto de los abusos sufridos. “La verdad, intento no pensar en Gustavo, pero no puedo. Me duele tanto lo que me hizo, no entiendo”, se lee en uno de los pasajes hallados por su familia luego de su muerte.

Esas palabras escritas en soledad se transformaron en prueba fundamental para reconstruir los hechos y comprender el sufrimiento que atravesó la joven. El diario, acompañado de otros elementos de la causa, como declaraciones de allegados y peritajes, permitió que el caso llegara finalmente a juicio.

Cuatro años de espera: el reclamo por una condena ejemplar

El camino hacia el inicio del juicio estuvo marcado por dilaciones, peritajes, apelaciones y demoras. La familia de Millaray, lejos de resignarse, se mantuvo firme en su reclamo. El pedido es claro: la pena máxima para el acusado. De acuerdo con el marco legal, Donaire podría enfrentar entre 6 y 15 años de prisión, según lo determine el tribunal.

“Ella murió con ese dolor, por eso queremos que sea la máxima condena”, expresó Ayelén en declaraciones. Para la familia, una condena ejemplar no solo significaría justicia para Millaray, sino también un mensaje para tantas otras víctimas que permanecen en silencio.

El impacto social del caso Millaray

El caso de Millaray trascendió el ámbito familiar y judicial. Diversas organizaciones feministas, colectivos de derechos humanos y asociaciones de lucha contra el abuso sexual acompañaron a la familia en su pedido de justicia. Durante el primer día del juicio, frente al tribunal se realizó una concentración pacífica, con carteles que exigían “Justicia para Milla” y consignas que denunciaban la revictimización que suelen sufrir quienes se atreven a denunciar.

Vecinos y allegados recordaron el perfil de la joven: una estudiante aplicada, amante de la música y el dibujo, y con sueños truncados por una violencia que no pudo frenar. “Milla era luz, era alegría. Esto no debió terminar así”, expresó una de sus amigas a la salida de la audiencia.

El desafío de enfrentar la revictimización en los tribunales

Uno de los puntos que más remarcaron los familiares de Millaray y las organizaciones que acompañan el proceso fue la necesidad de que la justicia actúe sin que la víctima deba revivir una y otra vez su dolor. En este sentido, criticaron las actitudes de algunos asistentes al juicio, que con gestos o murmullos parecieron minimizar la gravedad de lo sucedido.

“Cada vez que venimos al tribunal sentimos que volvemos a poner el cuerpo. No es fácil, pero lo hacemos porque amamos a Milla y no vamos a dejar que su historia quede en el olvido”, expresó Ayelén al concluir la jornada.

Lo que viene: el juicio en sus próximos pasos

El juicio por el caso de Millaray recién comienza. Se espera que en las próximas audiencias declaren testigos clave, entre ellos profesionales de la salud mental que acompañaron a la joven, peritos forenses, y allegados que aportarán su testimonio sobre lo que ocurrió en los meses previos a la tragedia.

El tribunal deberá analizar con detalle las pruebas y los testimonios antes de emitir un fallo que, como esperan los familiares, pueda saldar en parte el sufrimiento de estos años.

Un mensaje que trasciende el caso Millaray

Más allá del proceso judicial, el caso de Millaray reavivó el debate social sobre la necesidad de mayor celeridad en las causas de abuso sexual, así como la importancia de brindar un acompañamiento integral a las víctimas. Las organizaciones remarcan que la demora en el acceso a la justicia puede tener consecuencias irreparables, como ocurrió en este caso.

El juicio a Donaire no solo pone en juego la responsabilidad de un acusado: también expone las falencias de un sistema que muchas veces llega tarde. La familia de Millaray, en medio del dolor, busca que el nombre de la joven sirva para generar conciencia y evitar que otros casos terminen con desenlaces similares.

image.png