Sin embargo, más tarde comenzó a circular la versión de que en realidad la muerte del niño podría estar relacionada a un accidente doméstico producto de la manipulación de un arma de fuego que estaba dentro del domicilio.
De acuerdo a esa versión, el arma le pertenecería a la madre de la víctima quien, al parecer, la portaba por razones de seguridad por un presunto conflicto personal que mantenía con otra vecina del barrio, según precisaron testigos a La Capital.
Ante este panorama, la fiscal de Homicidios Dolosos, Marisol Fabbro, ordenó las pericias correspondientes al gabinete criminalístico de Agencia de Investigación Criminal (AIC). A su vez, ordenó la autopsia correspondiente en el Instituto Médico Legal (IML) para establecer las causas del fallecimiento.