Mientras intentaba reanimar a Paola, Carlos pidió desesperadamente ayuda. La ambulancia tardó más de 40 minutos en llegar y la Policía apareció cuando Paola ya estaba sin vida. “Después pusieron patrulleros en todas las esquinas, pero ya era tarde. Acá hay una inseguridad bárbara. No puede ser que vivamos así, ¿qué derechos tenemos? Ninguno”, lamentó.
La familia de Paola también llegó rápidamente al lugar. Su padre, Hugo, de 77 años, presenció la escena y quedó completamente devastado. “Es triste perder a tu hija, y peor de esta manera. Paola estaba sana, llena de vida. No tenía nada, solo quería seguir viviendo para su hija y para nosotros”, dijo Carlos, recordando la reacción del hombre.
Mientras espera que le entreguen el cuerpo para velarla, Carlos intenta sostenerse en pie. Tiene golpes, heridas en la cabeza y un tobillo tan inflamado que podría estar fracturado. Aun así, se mantiene firme: “Estoy parado porque soy el pilar. No sé si tengo el pie quebrado. No me interesa. Yo ahora quiero estar con su hija, que es lo que me quedó”.
Uno de los momentos más indignantes para la familia llegó cuando se enteraron de que la carátula inicial de la causa había sido puesta como “accidente de tránsito”. Recién en las últimas horas las autoridades modificaron esa clasificación. “¿Cómo va a ser un accidente de tránsito? Esto no fue un accidente. Esto fue una persecución de delincuentes que no les importa nada. Espero que sean castigados y que los encuentren”, remarcó.
Carlos contó que Paola estaba por cumplir años en diciembre y que ya venía organizando la fiesta. “Estas lacras me la sacaron de las manos. Me arrebataron un pedazo de mi vida. Llevábamos 12 años juntos, teníamos muchos proyectos. ¿Por qué te tienen que arrebatar a alguien así?”, preguntó, con una mezcla de bronca y dolor.
Hoy, lo único que reclama es justicia. Que el Estado encuentre a los responsables y que la muerte de Paola no quede impune. “Que me den el cuerpo para poder despedirla como se merece y que estos tipos paguen por lo que hicieron”, pidió antes de cerrar la entrevista.
Cómo fue la secuencia fatal
El episodio sucedió alrededor de las 20:36 del miércoles, en la esquina de General Pintos y General Paunero, a pocas cuadras de la Avenida General Paz. Allí, dos autos -un Fiat Siena blanco y un Peugeot 208, también blanco- irrumpieron en la escena a toda marcha, sin detenerse ni mirar hacia los costados.
En cuestión de segundos, el Fiat embistió de lleno a la motocicleta en la que viajaban Lonzo y su pareja, Carlos Rodríguez, de 43 años. El impacto fue tan violento que la mujer salió despedida varios metros, golpeó su cabeza contra el pilar de una vivienda y murió en el acto.