Las pistas falsas que dejó el asesino de Débora Bulacio
Los investigadores mantienen la hipótesis de que Ángel Andrés Gutiérrez buscó distraer a la policía para poder escapar de la escena del femicidio.
Cuáles fueron las pistas falsas del crimen de Débora Bulacio.
Puede ser que Ángel Andrés Gutiérrez no haya planeado el femicidio Débora Damaris Bulacio Del Valle en el camping de Necochea, pero para la justicia si hubo una estrategia para tratar de ocultar la evidencia y salir impune del hecho. La forma en que trasladó el cuerpo hasta el lago Los Cisnes, donde lo enterró, y la distribución de la ropa ensangrentada sumado al intento de escape, dan señales de las pistas falsas que sembró para alejar a la policía de su búsqueda.
En medio de la noche y sin testigos presenciales, Ángel Andrés Gutiérrez trasladó el cuerpo de Débora Damaris Bulacio Del Valle hasta el lago de Los Cisnes, donde lo enterró. La secuencia fue captada por una cámara de seguridad y se convirtió en una de las principales pruebas para esclarecer el femicidio ocurrido en Necochea.
Según la investigación lo que quiso hacer Gutiérrez es ganar tiempo para poder escapar. Luego de enterrar el cuerpo de Débora, volvió al camping, se bañó y el sereno lo vio irse solo para emprender la huida, luego de abandonar ropa de la víctima y de esconder la carpa que también tenía manchas de sangre.
En tanto también hizo desaparecer su celular, un elemento clave que aún no apareció, y el asesino llamó a la mujer ya fallecida para demostrar que él la estaba buscando, siendo esto el punto a favor de su coartada para confundir a los investigadores.
En tanto, las prendas de Débora dispersadas por el campo fue para engañar el olfato de los perros y pensaba ampararse en el dicho “discutimos y ella se fue”. La estrategia primaria no iba a llegar muy lejos por el rápido accionar de la Justicia que lo apresó en la ruta antes de que huya.
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En tanto, también trascendió que el Whatsapp del asesino contaba con el temporizador, es decir que no se puede recuperar las conversaciones previas al hecho. En A24 comentaron que el celular de la víctima estaría en el lago o en el mar, arrojado por el femicida antes de irse del lugar.
La detención de Gutiérrez cuando estaba a punto de escapar
Haciendo dedo, sin dejar rastros, esa era la última pieza de su precario plan. Con el pelo descolorido, Ángel Andrés Gutiérrez fue trasladado al penal de Batán en donde permanece alojado a la espera de su situación judicial.
De todos modos, el acusado entregó el patrón de desbloqueo de su teléfono celular, donde los peritos detectaron llamadas a Débora realizadas en la madrugada del domingo 9 de noviembre, cuando, según los investigadores, el femicidio ya se habría consumado.
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Al momento de su detención, Gutiérrez presentaba lesiones compatibles con rasguños, lo que refuerza la hipótesis de que Débora intentó defenderse durante el ataque.
Según la reconstrucción del fiscal Walter Pierrestegui, de la UFI de Género de Necochea, el crimen se habría cometido entre las 22 del sábado y las 5 del domingo. “En ese rango de horas sucedió todo. Él se retiró caminando del camping por el túnel de salida”, precisó el funcionario judicial.