Un nuevo dato podría cambiar el rumbo de la investigación por la desaparición de Pedro Alberto Kreder y (79) y Juana Inés Morales (69), los jubilados que llevan 12 días desaparecidos en Rocas Coloradas, provincia de Chubut.
La búsqueda de Pedro y Juana, los jubilados desaparecidos hace casi dos semanas en Rocas Coloradas, sumó en las últimas horas un dato que podría modificar el rumbo de la investigación.
Un nuevo dato podría cambiar el rumbo de la investigación por la desaparición de Pedro Alberto Kreder y (79) y Juana Inés Morales (69), los jubilados que llevan 12 días desaparecidos en Rocas Coloradas, provincia de Chubut.
Un testigo se presentó de manera voluntaria en la Comisaría de Kilómetro 8, en Comodoro Rivadavia, y afirmó haber visto la camioneta de Pedro conducida por dos hombres desconocidos. Su relato abrió una nueva línea de investigación que ahora concentra todos los esfuerzos de la Policía y la Fiscalía.
Pedro Kreder y su esposa Juana salieron de su casa hace casi dos semanas rumbo a la zona de Rocas Coloradas, un paraje costero de difícil acceso ubicado a 60 kilómetros al norte de Comodoro.
El matrimonio, ambos jubilados, había avisado que planeaban pasar el día al aire libre, como solían hacerlo. Pero desde entonces, no se volvió a saber nada de ellos.
El caso rápidamente adquirió repercusión nacional. Búsquedas terrestres, aéreas, rastrillajes con drones, perros y buzos especializados no lograron arrojar resultados concretos. La camioneta de Pedro, una Toyota Hilux blanca, fue encontrada el viernes en el sector de Cañadón Visser, dentro del área de Rocas Coloradas, sin rastros de los ocupantes.
El hallazgo del vehículo -con las puertas cerradas, sin signos de violencia y con objetos personales dentro- acentuó el misterio. Hasta ahora, las hipótesis iban desde un accidente en la zona costera hasta un posible hecho delictivo.
En las últimas horas, una persona se presentó en la Comisaría de Kilómetro 8 y aportó un testimonio que podría resultar clave. Según su relato, habría visto una camioneta idéntica a la de Pedro Kreder siendo conducida por dos hombres que “parecían perdidos”.
El encuentro habría ocurrido en inmediaciones del basural de Caleta Córdova, en dirección hacia la ruta. “Parecían desorientados, como si no supieran adónde ir”, habría dicho el testigo a los agentes.
El vehículo, según describió, coincide con la Hilux blanca hallada días después en Cañadón Visser.
Tras la declaración, los investigadores comenzaron un relevamiento de cámaras de seguridad en toda la zona comprendida entre Caleta Córdova y Kilómetro 8. El objetivo es confirmar o descartar la veracidad del avistamiento y determinar si efectivamente la camioneta pertenece a los jubilados desaparecidos.
También se dispuso la revisión de rutas secundarias y caminos vecinales, donde podría haber pasado desapercibido el tránsito del vehículo antes de ser abandonado.
Fuentes policiales indicaron que se analizan más de 40 horas de grabaciones, incluidas cámaras de estaciones de servicio, garitas y propiedades privadas. “No podemos descartar nada. Si esta versión se confirma, significaría que hubo movimiento del vehículo después de la desaparición”, señaló un vocero policial.
El testigo, cuya identidad se mantiene bajo reserva, habría manifestado que vio la camioneta alrededor del mediodía del martes 14 de octubre, tres días después de la última comunicación conocida de Pedro y Juana.
“Eran dos hombres grandes, de unos 40 o 50 años. No los reconocí, pero me llamó la atención cómo miraban hacia todos lados”, habría detallado.
Según su testimonio, la camioneta se detuvo unos minutos al costado del camino y luego siguió hacia el norte. El dato coincide con el trayecto hacia Caleta Córdova, zona donde no existen muchas salidas alternativas.
Los investigadores consideran que, si el relato es veraz, podría indicar la intervención de terceros tras la desaparición del matrimonio.
El viernes pasado, personal policial halló la Toyota Hilux de Pedro Kreder en una zona rocosa conocida como Cañadón Visser, dentro del área de Rocas Coloradas. El vehículo se encontraba cerrado con llave, sin daños visibles, con combustible en el tanque y sin huellas recientes alrededor.
En el interior había ropa, alimentos, agua y documentos personales, lo que hizo aún más desconcertante el hallazgo. No había rastros de sangre ni signos de violencia, pero sí huellas parciales en la carrocería, que fueron levantadas para análisis.
Desde entonces, no se hallaron pertenencias adicionales ni indicios de que el matrimonio hubiera intentado caminar hacia otro punto.
Con la aparición de este nuevo testigo, la investigación sumó una línea completamente distinta. Hasta ahora, las principales hipótesis eran una desorientación accidental o una caída al mar en una zona de acantilados.
Sin embargo, el testimonio de la camioneta en movimiento con dos ocupantes masculinos abre la posibilidad de un hecho delictivo.
La desaparición de Pedro y Juana mantiene movilizados a decenas de efectivos policiales, rescatistas, buzos tácticos y perros rastreadores. La búsqueda abarca más de 400 kilómetros cuadrados de terreno entre la costa, cañadones y senderos rurales.
Drones de la Policía del Chubut y del Ejército sobrevolaron la zona durante varios días sin detectar movimientos ni objetos nuevos. Los familiares de los desaparecidos acompañan cada jornada desde un puesto montado cerca del acceso a Rocas Coloradas.
“No perdemos la esperanza, pero ya son muchos días. Queremos saber la verdad”, dijo una sobrina del matrimonio a medios locales.
Pedro Kreder y Juana son vecinos de toda la vida de Comodoro Rivadavia. Pedro, jubilado de la construcción, es reconocido por su carácter amable y su afición a la pesca. Juana, docente retirada, solía participar en actividades comunitarias. Ambos tenían una rutina estable y eran muy conocidos en el barrio Standard Norte.
El día de su desaparición, avisaron que saldrían a pasar la jornada a la costa. Desde entonces, sus teléfonos dejaron de emitir señal. Los peritos aún no logran determinar si los dispositivos fueron apagados, perdieron batería o fueron destruidos.