En este marco, el mandatario expresó: "La deuda externa que mi gobierno heredó con el Fondo Monetario Internacional y que hoy estamos afrontando es un claro ejemplo de lo que está mal: única en la historia por su monto y por sus condiciones de repago, aprobada para favorecer a un gobierno en la coyuntura, acaba condenando a generaciones que miran impávidas el destino que les ha sido impuesto”, remarcó.
Y destacó: “No vengo a renegar del capitalismo. Vengo a alzar mi voz contra los que han sometido al capitalismo de la producción y el trabajo a la lógica de la especulación financiera”. Al mismo tiempo, llamó a que el G20 se involucre en la tarea de lograr que “la ética social le dé contenido a la economía”.
El Presidente, además, reiteró su reclamo para que la vacuna contra el COVID-19 se convierta en un bien global. “Casi el 80 por ciento de las vacunas producidas se aplicaron en países de altos ingresos. En cambio, más del 60 por ciento de la población de nuestra región aún no tiene completado su esquema de vacunación”, indicó, y señaló que “ese triste panorama se patentiza cuando se restringe la movilidad de las personas según haya sido la vacuna a la que pudieron tener acceso”.
Alberto Fernández arribó este viernes a Roma para participar de la Cumbre del G20. Si bien el objetivo del encuentro es abordar la recuperación global de la postpandemia, el Gobierno buscará focalizar su mensaje en la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).