Casa Rosada

Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Kirchner: ¿cómo es el nuevo reparto de poder?

El desembarco Sergio Massa cambió el mapa de poder en el Gobierno. El nuevo rol de Alberto Fernández y la sombra omnisciente de Cristina Kirchner. ¿Los une el amor o el espanto?
Stella Gárnica
por Stella Gárnica |
Los cambios políticos e institucionales detrás del desembarco de Sergio Massa en el Gabinete nacional. ¿Cómo quedan Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el reparto del poder?. Foto: Presidencia.

Los cambios políticos e institucionales detrás del desembarco de Sergio Massa en el Gabinete nacional. ¿Cómo quedan Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el reparto del poder?. Foto: Presidencia.

Pasó apenas una semana pero parece que hubiera transcurrido un mes. La vorágine de la crisis y los cambios de gabinete que significaron el desembarco del ex presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, como superministro de Economía y su renuncia al frente de la Cámara de Diputados, marcó un fuerte cambio en la conformación de la coalición de gobierno.

Se vio en estos días un debilitamiento de la figura presidencial. Como contrapartida, se vieron fortalecidos los otros dos principales socios del Frente de Todos: Cristina Kirchner y Sergio Massa, que ahora se ponen al frente de la toma de decisiones para intentar frenar la crisis que amenaza ser terminal.

"El problema eran Matías Kulfas y Martín Guzmán, era político", señalan fuentes del albertismo para explicar el cambio de postura del cristinismo que antes se oponía al ajuste fiscal acordado con el FMI y que ahora apoyan con la llegada de Massa, porque reconocen la necesidad de evitar un colapso generalizado de la economía.

Para disimular ese cambio en el esquema del poder y no debilitar más a Alberto Fernández, el Gobierno sale a mostrar al presidente en diversos actos inaugurando obras, manteniendo reuniones con Massa y con distintos ministros y gobernadores además de una renovada agenda de viajes al exterior: este domingo Fernández participará de la asunción del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y en "dos o tres semanas se concretaría la postergada visita a la Casa Blanca" para reunirse con el norteamericano Joe Biden.

¿Cómo funciona el nuevo esquema de poder con Sergio Massa y Cristina Kirchner?

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Cristina Kirchner y Sergio Massa, juntos antes de ser ministro de Economía

Cristina Kirchner y Sergio Massa, juntos antes de ser ministro de Economía

"Orden fiscal" y autoridad política en la "conducción" de la economía es el primero de los 4 principios que sobresalen de los primeros anuncios de Massa, acordados en la reunión privada que mantuvo antes de asumir con Cristina en el Senado y que quedó reflejada en "la foto" de la semana.

La figura de superministro de Economía de Massa se asemeja a la de un eventual primer ministro de un sistema semiparlamentario con un presidente devaluado, alejado de la toma de decisiones diaria y más ocupado de cuestiones de representación institucional y estratégicas de largo plazo, al estilo del parlamentarismo italiano.

Y Cristina Kirchner, sigue mostrando en un marco de total hermetismo, su rol de garante de esa nueva institucionalidad que talla minuciosamente en cada reunión reservada como presidenta del Senado y primera en la línea de sucesión presidencial.

El nuevo pacto de "unidad" en la cúpula del FdT se vio también en la defensa de todo el oficialismo en redes sociales con el hashtag #TodosconCristina, frente a los avances del juicio que enfrenta la vicepresidenta en la causa por presunta corrupción en vialidad.

Este nuevo mapa político en el oficialismo se concretó después del regreso al diálogo semanas atrás como había adelantado A24.com, entre Alberto, Cristina y Massa, las tres patas del Frente de Todos, que mantienen sus diferencias políticas, pero acordaron sostener la unidad ante la amenaza de una inminente crisis de gobernabilidad.

La llegada de Massa trajo “la conducción, el orden y articulación en la gestión de la economía que faltaba, y fue producto del consenso político en el Frente de Todos", reconoció a A24.com el jefe del bloque de diputados oficialistas, Germán Martínez, un hombre cercano a Agustín Rossi y a Alberto Fernández.

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Coinciden en el entorno de Alberto Fernández que el presidente "prefirió la pérdida de volumen político y privilegiar la unidad", ante la amenaza de tener que irse antes de tiempo y presiones de gobernadores e intendentes del PJ de dejarlo solo ante una derrota segura del peronismo en 2023.

Los anuncios de medidas de Massa le dieron un poco de aire al Gobierno y lograron como primera reacción, una inmediata baja de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos.

Sergio Massa en la primera reunión del gabinete económico.jfif

El kirchnerismo parece reconocer la necesidad de concretar un duro ajuste fiscal acordado con el FMI, para evitar un colapso generalizado. Pero insiste en cuestionar a la oposición y al campo y descarta el camino de la devaluación. El mayor ajuste irá por la quita de subsidios y el congelamiento de gastos del Estado y transferencias a las provincias.

La solución Massa llegó para fortalecer al gobierno de Alberto y de Cristina, ante una embestida "golpista" de la oposición: “Tenían preparado un proyecto para reformar la constitución. Querían correr directamente al presidente Alberto Fernández y a la vice del gobierno, e imponer la figura de un jefe de gabinete elegido por el parlamento", planteó un importante líder del Frente de Todos a A24.com.

La prueba de fuego para Massa será cuando pida que el Congreso le apruebe los proyectos de ley que habían enviado los exministros Martín Guzmán y Matías Kulfas y que justamente frenaba el kirchnerismo: son los proyectos de ley de Hidrocarburos (que Massa incorporará modificaciones), de Electromovilidad, de Agroindustria y de Biotecnología.

La grieta en el oficialismo por la cuestión social

Consejo Directivo de la CGT con Héctor Daer y pablo moyano a la cabeza..jpeg

El Gobierno plantea continuar con el programa acordado con el FMI pero intentará calmar las protestas sociales con un aumento de salarios, planes sociales, asignaciones familiares, y bonos para jubilados, con un monto fijo acordado con CFK que sería anunciado en la próxima semana.

Sin embargo, la CGT ya le anticipó al jefe de Gabinete, Juan Manzur, que se opone a un aumento fijo por decreto, porque perdería el derecho de los gremios a acceder a negociaciones paritarias: un caballito de batalla de los sindicalistas para mostrar poder de acción ante los afiliados y los empresarios.

La amenaza de quitar planes sociales a partir de auditorías que realizará el ministerio de Desarrollo Social a quienes no cumplan con tareas laborales o capacitación educativa como contraprestación, profundizó las diferencias entre movimientos sociales del oficialismo y Juan Grabois y la UTEP amenazan con irse del Frente de Todos y romper el bloque de diputados oficialistas.

La respuesta del Gobierno no se hizo esperar: "En las próximas semanas va a haber más aportes para la cuestión social argentina, pero no hay plata para el salario básico universal", aclararon.

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También Massa tuvo que escuchar una ruidosa protesta en la puerta del ministerio el primer día de asumir, el jueves, de la unidad piquetera que amenaza con persistir en las calles hasta obtener una respuesta a sus reclamos de más planes y fuentes de trabajo.

Esta semana que inicia será clave para que Massa comience a reunirse con todos los sectores convocados: el campo, CGT y empresarios están primeros en la lista de los que buscan soluciones urgentes.

Pero en el gobierno nadie habla de un problema social que se empieza a reproducir como un virus por las pantallas de noticias: la ola de inseguridad y robos y asesinatos narcos cada vez más violentos en los principales conglomerados urbanos del país, como la antesala de una crisis social paralela a la que por ahora nadie da una respuesta y quiebra familias enteras.

El caso del niño de 13 años baleado cuando iba al colegio en el distrito bonaerense de La Matanza, corroe las bases del peronismo en uno de sus principales bastiones de poder, pero se reproduce en cada uno de los municipios del conurbano con casos de inseguridad diarios que hablan de una peligrosa descomposición generada por la cada vez mayor desigualdad social con la inflación como mecha.