Nuevamente los ciudadanos han recibido una comunicación del trío que protagoniza la pandemia en el AMBA (¿Debía estar el gobernador del Chaco?).
Nuevamente los ciudadanos han recibido una comunicación del trío que protagoniza la pandemia en el AMBA (¿Debía estar el gobernador del Chaco?).
El presidente demuestra solvencia al disertar y explicar, el jefe de gobierno porteño rescata el valor del trabajo en equipo con su continuo modo “gestor eficiente” y el gobernador fue más conciso y menos “candidato”. Los tres desarrollaron un mensaje uniforme y en el mismo tono. No hubo preguntas, tampoco sonrisas ni enojos, hubo sobriedad y serenidad. Se buscó demostrar consenso y cohesión. Se logró.
Quisieron presentarse amables y comprensivos con los ciudadanos.
Reconocen el esfuerzo y agradecen su predisposición. Saben que el peor riesgo que corren es que se restrinjan y prohíban actividades o acciones y no exista un alto acatamiento.
Si las personas desafían las medidas (por la razón que fuera) debilitaría la posición del trío. Se pide colaboración y de buena manera, es el modo correcto de hacerlo. Imponer un control puede ser una olla de presión con un alto riesgo de desborde social o desobediencia por razones económicas.
En definitiva, intentan ganar la voluntad de todos. Solicitan, piden, no reclaman. No aparecieron los reproches directos de conductas impertinentes o desaconsejadas, no quisieron recriminaron ningún tipo de malas prácticas de la población.
Nos hablan del 1 al 17 de Julio, pero con aroma a Septiembre.
El contrato inicial (como muchos de los que hacemos los argentinos) fue cambiando, la cuarentena era para preparar el sistema sanitario, concientizar a la población y para capacitar al personal de salud. Hoy es para evitar los contagios y cuidar las camas de terapia intensiva al borde del colapso.
En el futuro más cercano, la situación económica incierta es un tema que está llevando adelante el presidente casi en soledad. Rodríguez Larreta se desmarca. Faltan jugadores a nivel nacional.
Otra vez, los datos trascienden mediática y públicamente. Los tres dirigentes salen a escena casi a confirmar las versiones periodísticas. Una estrategia de gradualismo de prensa.
¿Cuál será la diferencia sustancial con la etapa anterior? ¿Habrá más controles? ¿Secuestrarán autos? ¿Tendrá el juicio penal las personas que desafíen el decreto? ¿Para atrás con jugueterías y librerías? ¿Restringir es que no haya más runners y tres actividades menos que antes? ¿Es la última vez que se prolonga la cuarentena?
En un mensaje prolongado (nuevamente), aparecieron las comparaciones, suponemos que están chequeados los datos.
Hubo desaciertos en estos 100 días, como los mensajes triunfalistas, sonrisas desaconsejadas, falta de empatía con la angustia ciudadana, confrontaciones políticas innecesarias, desmesurados elogios y vehementes críticas, PERO… el balance general parece que sigue siendo positivo. El trío explica que la salud está primero y la economía debe esperar… la ciudadanía deberá aguantar.
Los gobiernos reciben aprobación o desaprobación por su accionar, pero se evalúan por resultados. El “jogo bonito” sirve si hay campeonatos que festejar en algún plazo, aunque sean “copas de leche”. Parece que hoy, se juegan varios torneos a la vez. Como a cualquier equipo se le pide que gane alguno, porque en política perder todos necesariamente implica que algo mal se habrá hecho.