- En octubre, la mayorista dio 4,8%; tres semanas después se publicó la inflación de noviembre y dio 4,9%.
- El de noviembre dio 6,3%. Tres semanas después dio 5,1% la inflación general de diciembre. (Acá se desacopló)
- En diciembre dio 6,1% la mayorista. Tres semanas después dio 6% la inflación de enero.
- En enero la inflación mayoristas fue 6,5%. Tres semanas después dio 6,6% el índice de inflación de febrero.
- Veremos qué pasa este mes.
Hay otros indicadores importantes que se van a conocer esta semana:
- Actividad en 2022.
- Mercado de trabajo e índices socioeconómicos del 2022.
- Consumo en supermercados y shoppings de febrero.
Con estos números en la mesa, Alberto Fernández ya no va a poder ser candidato a presidente. Probablemente, también se termine el operativo clamor por Massa que fogoneaban sectores del Frente de Todos.
El escenario está complicado para el peronismo, que por primera vez en la historia iría a unas PASO. En esto hay acuerdo de sectores del albertismo y del kirchnerismo. Ese dispositivo necesita sí o sí que Alberto Fernández se baje de la elección para poder dar lugar a otros candidatos; Cristina ya se autoexcluyó por estar "proscripta", según dicen.
Esta son las PASO que todos imaginan:
Daniel Scioli va a ser candidato como sea. Alberto ya le dio su ok. Incluso, la candidatura del “Pichichi” despierta algún interés en Cristina Kirchner, con quien estuvo reunido en diciembre. Ninguno de los dos le dijo que no juegue.
Jorge Capitanich, gobernador de Chaco, va a ser candidato. Tiene también el ok de Cristina Kirchner. Está buscando alguien para vicepresidente. Quiere también que sea un gobernador. Hay que ver cómo se acomoda eso con la elección en su provincia.
Wado de Pedro podría ser un tercer candidato. Pero necesita sí o sí el apoyo de Cristina. No tendría cabida en las otras fórmulas. Sería el único kirchnerista puro. El problema es que hasta ahora nadie del kirchnerismo puro se pronunció a favor de su candidatura. ¿Por qué no habló en el acto de operativo clamor por Cristina? ¿Realmente tiene el apoyo de la Cámpora y del kirchnerismo?
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El dispositivo oficialista necesita sí o sí que Alberto Fernández se baje de la elección para poder dar lugar a otros candidatos (Foto: archivo).
En el escenario también está Juan Manzur. Aunque tiene un problema de tiempos. Las elecciones en Tucumán son el 14 de mayo. Solo si gana muy bien tiene pensado lanzarse a nivel nacional. Por ahora, no quiere que nada lo desconcentre de esa fecha clave: en las provincias el contacto personal es importante. El hombre se asume en privado como jefe de la liga de gobernadores; no todos piensan lo mismo.
Hay otros dando vueltas. Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, es bien visto por sus pares. Envidian que gane sus elecciones con el 80%. También lo admiran varios intendentes del conurbano.
Ricardo Quintela, de La Rioja, también cree que puede ser.
No es casualidad que Cristina Kirchner haya pedido que los próximos encuentros militantes para “romper su proscripción” sean en Chaco y La Rioja. ¿Una fórmula posible entre Capitanich y Quintela?
La vieja guardia peronista
En el peronismo buscan candidatos que trasciendan la grieta interna. Scioli fue leal a todos; Capitanich, también. “Una carrera de enanos”, definen en un sector del peronismo.
La idea sería poder tener un abanico de candidatos que no tengan ADN de ningún subespacio dentro del Frente. Mantener la unidad, pero sin exponer las debilidades de ninguno de los líderes.
- Alberto Fernández se sabe un cadáver político. Su única intención es que haya PASO y ayudar a renovar al peronismo.
- Cristina Kirchner no tiene mucho margen para jugar nada. Necesita un candidato lo más potente posible, pero que no desnude su realidad política: hoy cualquiera que ella ponga sacaría menos votos en una PASO que lo que sacó Néstor Kirchner en 2003. Suena a poco después de 20 años.
- Sergio Massa sabe que con esta economía no tiene ninguna chance. Su mayor objetivo es evitar una crisis mayúscula. Lo dijo desde el día uno de asumir. No puede hacer campaña y ser ministro; además, es joven y va a tener tiempo de volver a ser candidato.
Con estos tres fuera de la cancha, se necesita volver a la vieja guardia peronista. En las últimas horas, se sumó a la oferta Agustín Rossi, jefe de gabinete. Un hombre cercano a Alberto Fernández, aunque con fuerte ADN kirchnerista.
“Daniel avisó. Va a ser candidato. No necesita autorización de nadie. No es el plan B de Alberto. Si Alberto va, no le compite”, dicen cerca de Scioli que empieza a alternar su agenda de Brasil con recorridas por la Argentina. La semana pasada estuvo en Luján, Almirante Brown y Ezeiza. Ya tiene invitaciones de intendentes de todos el conurbano y de varios gobernadores. Esta semana va a haber alguna sorpresa.
Incluso algunos plantean que podría haber fórmulas cruzadas entre sectores. Victoria Tolosa Paz, ministra de Alberto, podría ser candidata a vice de cualquiera de estos protagonistas. También a vicegobernadora de Axel Kicillof. Claro que eso necesitaría un acuerdo grande entre Cristina y Alberto.
Ese encuentro es el que reclaman muchos sectores del Frente de Todos. Y hasta tiene una fecha probable: 18 de mayo, el día en que Cristina Kirchner con un tuit anunció que Alberto sería su candidato a presidente.
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Daniel Scioli ya avisó que será candidato y empezó con sus recorridas por el país (Foto: Télam).
El dilema de Juntos por el Cambio
Juntos por el Cambio no está mucho mejor. La ventaja que tienen es que se sienten ganadores. Saben que el Gobierno es un desastre y que no hay muchas opciones. Milei es un fenómeno importante que no crece demasiado pero complica.
- Esta semana, Macri vuelve a la Argentina después de una gira por Europa y se esperan definiciones.
- En el PRO ven un lento deterioro de la candidatura de Larreta y ascenso de Bullrich.
- Si Larreta cae y gana Bullrich la PASO, corren riesgo de perder en un balotaje contra alguno de los moderados del PJ. Scioli, por ejemplo.
- Si Larreta repunta y le gana la interna a Bullrich, corren el riesgo de que los votos “halcones” se vayan con Milei y ni entrar al balotaje. O incluso ir a un balotaje contra Milei con un destino incierto.
La estrategia del peronismo les puede complicar las cosas y mucho. La elección no está ganada. Sin embargo, hay un enemigo que es todavía más poderoso: la apatía generalizada.
Un trabajo de la consultora Espacios Políticos le preguntó a la gente por sus percepciones sobre el Estado y la cosa pública. Los datos son impactantes.
- El 81% cree que el Estado es incapaz de resolverle sus problemas.
- El 63% cree que el Estado no se desempeña correctamente en ningún área (15,2% en Salud; 10,9% en Educación; 6,5% en Economía).
- El 88,4% cree que hay un Estado ausente.
- 86,2% confía poco o nada en el Estado.
Además, se le preguntó a la gente cuál cree que es la principal reforma que necesita el Estado y esto dijo:
- 28,8%, reforma monetaria.
- 20,3%, reforma laboral.
- 16,5%, reforma judicial.
- 15,4%, reforma impositiva.
- 9,6%, reforma educativa.
- 4,1%, reforma del federalismo.
- 1,5%, reforma previsional.
Difícil que la mayoría de los mortales pueda saber a ciencia cierta qué significa una “reforma monetaria” (yo no lo entiendo del todo yo, para ser honesto). Hay algo del título que cautiva. Probablemente, tenga que ver con el fenómeno Milei.
“Los datos revelan una visión negativa sobre las capacidades que tiene el Estado para escuchar y resolver los problemas que la sociedad considera urgentes. La inflación, la inseguridad y la corrupción son los temas señalados como más urgentes a ser resueltos, pero, a su vez, se considera que el Estado es incapaz de hacerlo”, sintetiza el informe.
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En Juntos por el Cambio creen que la elección está ganada. Sin embargo, hay un enemigo que es todavía más poderoso que el oficialismo: la apatía generalizada (Foto: archivo).
El agujero negro de la casta
Todas las discusiones políticas de “la casta” van en torno a discusiones ideológicas o de micropolítica muy alejadas de las cuestiones de la vida cotidiana de la gente.
Esta semana se lanzó como candidato a presidente el radical Gerardo Morales. Prometió llevar la inflación al 1,5% mensual. Lo mismo había hecho Macri; después lo dijeron Alberto y Massa. Pero, nadie dice cómo, ni por qué con ellos va a ser distinto.
La gente -que no come vidrio- entiende que nadie les está hablando de sus problemas reales. En ese escenario, todas las encuestas y todos los cálculos corren riesgo de quedar viciados.
Los focus group que son otra manera de evaluar la opinión pública muestran que la gente tiene preocupaciones nuevas, vinculadas a lo que dejó la pandemia. Se ve un clima negativo, adverso, decadentista y de mucho resentimiento hacia el mundo político. Pocos dirigentes están viendo cómo interpretar ese nuevo mundo y las nuevas problemáticas.
Según una encuestadora de primer nivel que no difunde sus datos, el 73% de la gente cree que quien gane la elección puede modificar su vida en uno u otro sentido.
Habrá que ver si la política logra captar ese capital. O si, por el contrario, sigue profundizando la crisis de credibilidad que arrastra desde hace años.
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