En ese sentido, se remarcó que los indicadores que justificarían una reforma como la pretendida en el DNU son, según la presentación del Gobierno, los siguientes:
- El poder adquisitivo de los salarios del empleo asalariado registrado del sector privado se encuentra en uno de los niveles más bajos desde enero de 2009.
- La proporción de la población que ocupa un puesto de trabajo asalariado registrado del sector privado se encuentra por debajo de los porcentajes observados durante el período comprendido entre los años 2010 y 2018.
- La incidencia del empleo no registrado en el total del empleo asalariado es una de las más elevadas de los últimos quince años.
En el informe, se señaló además que el Gobierno eligió la vía del DNU 70/23 porque "resulta clara la severidad de la situación en la que se encuentra la República Argentina, afectada por una crisis tanto económica como social que puede derivar en un deterioro aún mayor y más grave si no se comienza a solucionar la enorme cantidad de problemas originados en esa crisis".
"Frente a este cuadro de situación resulta imperativo adoptar medidas urgentes que ayuden a poner en marcha al país, otorgando mayor libertad a las fuerzas productivas que caracterizan a nuestra República para lo cual la desregulación es una de las herramientas importantes a adoptar", se remarcó.
"El enmarañado, riguroso e intervencionista sistema de regulaciones de la economía produjo y produce efectos de enorme negatividad que no permiten la generación de riqueza y, por ende, la búsqueda del bienestar general", agregaron los presentantes de Estado Nacional.
"No hay razón alguna para las invocaciones apocalípticas que anuncian el fin de la República o similares, ya que están abiertos todos los resortes del control parlamentario y judicial. Por otro lado, el dictado de Decretos de Necesidad y Urgencia es un instrumento propio de nuestra arquitectura constitucional, por lo que no existe tal avasallamiento republicano", aseveraron.
El documento lleva la firma de la abogada Jorgelina Sonzogno, abogada, en representación del Estado Nacional - Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social del ministerio de Capital Humano, continuador del exministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
El capítulo que objeta la principal representación sindical de los asalariados de la Argentina contempla, entre otras cosas, la ampliación del período de prueba hasta los ocho meses, la incorporación de los bloqueos o tomas de establecimientos como causa de despido y cambios en el sistema de indemnizaciones.