La reunión con el Papa no fue como se esperaba en la organización del viaje. Primero el Vaticano desalentó el encuentro. Finalmente, ante la insistencia argentina aceptó el encuentro, aunque sin la efervescencia de otras reuniones.
Es que el Papa Francisco recibía a Cristina Kirchner con una sonrisa de oreja a oreja. También se lo vio con muecas sonrientes en el encuentro anterior con Alberto. Esta vez, volvió a la cara de pocos amigos que había puesto en aquella reunión con Macri.
Alberto Fernández y el Papa Francisco, en la audiencia privada de este viernes en el Vaticano.
La audiencia privada empezó a las 9.55 hora Vaticano y terminó a las 10.20, según el parte oficial. No fue en la residencia oficial de Santa Marta. En total duró 25 minutos. En 2020 habían estado reunidos 44 minutos. Con Macri había estado 22 minutos en 2016.
Otro dato de color fue el regalo que entregó el Papa. Los regalos siempre son importantes y un mensaje –cual sermón- que entrega la máxima autoridad de la Iglesia católica. Fue un mosaico con la imagen de un hombre y una mujer, "que responde a la invitación del Señor en el Génesis" , con la siguiente leyenda: “Que el fruto de la tierra y la obra del hombre se conviertan para nosotros en el alimento de la vida eterna”. No hace falta ser un exégeta bíblico para entender que estaba hablando del aborto.
Alberto se llevó en parte lo que quería. El apoyo por la negociación de la deuda, que ya había dado el Papa a Guzmán en privado y en una reunión que había sido mucho más cordial.
La mala cara del Papa tiene que ver –según quienes conocen a Francisco de cerca- con las críticas que hace a la gestión de Alberto y con el descontento respecto al tratamiento que se le dio a la ley del aborto.
El frente abierto con Israel
El otro flanco débil de la semana fue el roce diplomático con Israel en medio del conflicto de la escalada bélica con Hamas. El Gobierno argentino vía Twitter expresó “su preocupación por el agravamiento de la situación en Israel y Palestina; por el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las unidades de seguridad israelíes y ante el ataque con misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza”.
El mensaje recibió el rechazo de la embajadora de Israel Galit Ronen que manifestó: “No expresa las buenas relaciones que tenemos ambos países”. Más tarde desde la embajada de Israel en la Argentina salieron a bajarle el tono a las declaraciones. La diplomática habló en tono personal, desde su corazón. O eso dicen. No hubo contactos con el Canciller ni habrá un comunicado formal de la Embajada.
¿Por qué no gustó el comunicado?
- Porque se omite que cayeron cientos de misiles sobre la principal ciudad de Israel (a diferencia de otros conflictos, no se está dando solo en la frontera)
- Y porque, dicen en Israel, el conflicto no es con “Palestina” sino con la agrupación terrorista Hamas, lo cual desconoce el comunicado de Cancillería.
Pero por qué fue llamativo ese comunicado.
- Se hizo cuando Alberto Fernández y el Canciller, Felipe Solá estaban afuera. ¿Cómo y cuándo se decidió enviarlo?
- Se hizo en el medio de una visita diplomática israelí a la Argentina en la que se estaba negociando, entre otras cosas, la posibilidad de fabricar en el país la vacuna israelí. Es una vacuna desarrollada por el Estado.
- No quedó claro por qué el apuro en opinar sobre el tema. “Nadie está esperando la posición de Argentina sobre el tema”, se quejaron fuentes de carrera de Cancillería.
Las mismas fuentes indican que existieron presiones por parte del kirchnerismo duro. “Esto refleja las posiciones históricas del Instituto Patria”, dicen las mismas fuentes de Cancillería que pidieron mantener reserva.
El Instituto presidido por Oscar Parrilli realizó previo al actual conflicto distintas reuniones a través de la Comisión de “política exterior soberana” expresó en duros términos su apoyo a la causa palestina. En el grupo, presidido por María del Carmen Alarcón se destacan la presencia de Alicia Castro, Carlos Raimundi y Ariel Basteiro.
Esa comisión por ejemplo emitió un duro documento en julio del año pasado intitulado “Solidaridad con el pueblo palestino”: “Del mismo modo que Cristina Fernández de Kirchner definiera a Malvinas como una causa global de lucha contra el colonialismo, esta Comisión entiende que la Causa Palestina y su reclamo legítimo por el territorio que le pertenece también lo es”, dice el documento.