En el medio abundaron acusaciones cruzadas entre oficialistas y opositores con pronósticos apocalípticos del Ministro de Seguridad anunciando calles de sangre si “vencen los otros”.
Quizás Aníbal Fernández se compadeció de las disputas íntimas de la coalición amarilla y se ofreció gentilmente a proporcionarles un tema que los uniera en medio de tanta tormenta. Difícil saberlo, quizás se trató solo de un exabrupto.
El círculo rojo se volvió a convertir en una caja de resonancia para el examen de una parte de la dirigencia respecto a las clásicas consignas de rebaja de retenciones y achicamiento del Estado. Podrían ser calificados con justicia de previsibles y también de poco originales. Encuestas de opinión pública circulan de todos los colores y para todos los gustos.
Por ahora solo constituyen, casi sin excepción, un aporte a la confusión general. Faltan completar muchos casilleros para que los ciudadanos escojan con libertad e información sus opciones.
Las primeras elecciones
Al filo del fin de semana ya se empiezan a orejear las primeras elecciones provinciales que sucederán en Río Negro y Neuquén. Los augurios dan una cómoda ventaja al oficialismo de Alberto Weretilneck y un resultado disputado en Neuquén. ¿Habrá sorpresa en nuestro emirato doméstico, sede de la pujante Vaca Muerta? ¿Perderá su invicto el MPN invicto desde 1983? Veremos.
Lo cierto que desde Buenos Aires se buscarán armar interpretaciones en función de los gustos y los intereses de los aspirantes presidenciales. Servirá para ir precalentando el supermayo de comicios en Misiones, Jujuy, La Rioja, La Pampa, San Juan, Salta, Tucumán y Tierra del Fuego. Allí ya habrá material y resultados para analizar, tendencias y posibilidad de proyectar con algo más de rigor.
Después viene un junio con más provincias y cierre de listas de precandidatos para las PASO el 24/6. Así que lo que vimos hasta ahora es solo un pequeño adelanto de lo que viene en materia política. Claro que, con la elevada tasa de inflación del mes pasado, que sorprendió aún a los más pesimistas.
Hay que terminar de comprender que lo que suceda de aquí en adelante con las variables económicas será determinante en las urnas. Parece de otra época la guerra al aumento de precios que el Presidente declarara hace exactamente un año.
También quedaron en orsai, sin necesidad de apelar al V.A.R, los anuncios de descensos paulatinos que nos llevarían a un abril inferior al 4%. El régimen de alta inflación (tres dígitos anuales) llegó para quedarse y eso supone un verdadero salvavidas de plomo para cualquier dirigente del Frente de Todos. La inercia en la materia luce imparable luego de haber probado todo tipo de regulaciones y controles.
Oficialismos de otros países de la región fueron a elecciones con indicadores de crecimiento positivos y estabilidad y perdieron. La pregunta obligada es: ¿por qué con estos resultados decepcionantes tendría posibilidades aquí? La única respuesta posible navega hoy por las riberas del voluntarismo puro y duro. Por supuesto que el dato conocido el viernes a las 16:00 le arruinó el finde a todo el elenco gubernamental.
Pero sin dudas interpela al conjunto de los que se proponen para conducir los destinos del país los próximos cuatro años. ¿Tendrán que responder al desafío con la presentación de equipos y programas o con la generación de expectativas más allá de la razón apelando a promesas efectistas y rupturistas? ¿Qué buscarán los electores frustrados y no enrolados en ninguna oferta partidaria específica?
Habrá que detenerse antes de responder a la inquietud. Quizás el cansancio empuje a los llamados independientes, pero también a muchos de los otros, a alimentar el caudal electoral por terrenos menos convencionales.