Escala el escándalo por la denuncia de Violencia de Género contra Alberto Fernández. Confirman que si buscan pueden encontrar miles de casos de visitas de mujeres a Casa Rosada y Olivos.
La intimidad de la quinta de Olivos en investigación de la justicia, tras la denuncia por violencia de genero contra Alberto Fernández. Foto: Archivo
Una alta fuente de la residencia de Olivos confirmó a A24.com que lo que hasta ahora eran meros rumores, si la justicia busca, puede encontrar muchos más casos de visitas de mujeres jóvenes a la Casa Rosada y a la residencia de Olivos, invitadas en plena pandemia entre 2020 y 2022 lo que agravaría la causa por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández.
"Esto sale a la luz con el video de Tamara Pettinatto, pero todos en el entorno del expresidente y la primera dama, sabían en los pasillos que entraban muchas mujeres por la puerta tanto de Olivos como de la Casa Rosada, sin registrar", dijo a A24.com una alta fuente que pasó por el gobierno del kirchnerista Frente de Todos que pidió extrema prudencia porque ahora es el momento de investigar de la justicia.
En el entorno del expresidente Fernández -quien se encuentra recluido y aislado con un familiar en el departamento prestado por Alberto Albistur en Puerto Madero- señalaron que son muchos los testigos en Olivos que podrían ser citados a declarar en la causa por violencia de género que conocían la situación de violencia familiar a la que fue sometida Fabiola Yánez en la residencia de Olivos.
Sobre todo, las fuentes apuntan como uno de los principales testigos al ex intendente de la residencia de Olivos, Daniel Rodríguez, quien llegó a ese cargo para administrar el funcionamiento de la residencia presidencial, luego de ser chofer y amigo personal de Alberto Fernández, desde que era jefe de gabinete de Néstor y Cristina Kirchner en gobiernos anteriores.
Rodríguez era -según las mismas fuentes-, era el que "intercedía como bálsamo en las peleas de la pareja", justamente por su cercanía al expresidente, y sería quien más conocía sobre lo que pasaba en la intimidad de la residencia presidencial. Una cercaní a la que no llegaban otros empleados de la quinta relacionados a la seguridad, que mantenían cierta distancia con lo que pasaba en el interior del Chalet presidencial y el de huéspedes, adonde en abril de 2022, tras el nacimiento del bebé de ambos, Francisco, Fabiola se terminó mudando después del primer incidente de violencia.
Fuentes que conocen en detalle los movimientos diarios en la Casa Rosada y la residencia presidencial de Olivos, relataron a A24.com como podría haber sucedido la primera golpiza que el expresidente Alberto Fernández a su pareja, Fabiola Yañez, que le valió la denuncia por violencia de género que ahora investiga el juez federal Julián Ercolini y que podría ordenar próximas citaciones a empleados y exfuncionarios del entorno del exmandatario del Frente de Todos.
Según relatan testigos de la residencia de Olivos, Fabiola y Alberto vivían juntos en el chalet central de la residencial presidencial hasta el nacimiento del bebé de ambos, Francisco, el 11 de abril de 2022.
El día que regresan de la clínica a Olivos, señalan las mismas fuentes, habría habido una fuerte discusión entre ambos, que terminó con un zamarreo de Fernández a Fabiola Yañez, que le habría generado los moretones en el brazo que se conocieron en fotos que la exprimera dama envió por whats app a la entonces secretaria privada del presidente, pidiéndole ayuda o contención.
Tras ese primer incidente, según las fuentes, ordenan la mudanza de la primera dama a la casa de huéspedes de la residencia de Olivos, que se encuentra en otro edificio separado del chalet principal, donde continuó viviendo Fernández, hasta el final de su mandato el 9 de diciembre de 2023.
En la custodia presidencial aseguran que le pusieron una custodia mujer en la puerta de la residencia de huéspedes, para proteger a la primera dama, aunque se espera la próxima declaración de Yánez ante el juez Ercolini, sobre los rumores que advierten que frente al poder presidencial, y la relación entre ambos, esa situación no generaba una situación de aislamiento y virtual violación de la libertad de salir de la exprimera dama.
Las fuentes aclaran que el hecho no se denunció porque consideraron no estuvo en riesgo su vida, y que el intendente de la residencia de Olivos amigo personal de Alberto y ex chofer era quien intercedía como bálsamo en las peleas, y el que más sabe lo que pasaba en la intimidad de la pareja.
La custodia de casa militar se limita a los controles de ingresos y de cuidar la seguridad del presidente y su familia, pero no se inmiscuía en lo que pasaba en la intimidad el ámbito presidencial, y solo intervenía en caso puntual por su rol institucional de brindar seguridad al presidente y a su familia.
