"Nuestro gobierno sostiene que la soberanía, la independencia e integridad territorial de todos los paises debe protegerse (nos pasa en nuestro reclamo persistente sobre Malvinas) y Ucrania no es una excepción" dijo Valdés y cuestionó la actuación del anterior Gobierno de Cambiemos.
"Nosotros nunca vamos a entregar Malvinas por vacunas Pfizer”, chicaneó Valdés a la titular del PRO, Patricia Bullrich, al hacer referencia a una frase de la dirigente opositora de Juntos por el Cambio, durante la polémica por la compra de vacunas en Argentina durante el peor momento de la pandemia de coronavirus.
Valdés salió a defender la postura neutral pero en rechazo al uso de la fuerza de Rusia, expresada por el Gobierno argentino en el conflicto de Ucrania luego del comunidado de Juntos por el Cambio que advirtió sobre la necesidad de ser más duro y ponerse del lado de la OTAN en las sanciones contra Rusia y los calificó de incoherentes" porque "durante los 4 años de gobierno Juntos por el Cambio nunca votó en la ONU a favor de la integridad territorial y se abstuvo. Tampoco fue ningún funcionario a visitar Ucrania en esos años", dijo Valdés.
"El último canciller que fue a Ucrania fue Jorge Taiana en 2014, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cuando Argentina junto a Chile integraban el Consejo de Seguridad de la ONU, y votaron a favor de la no desintegración territorial de Ucrania", recordó Valdés.
ataque rusia a ucrania 2.webp
Desde un sector del kirchnerismo, el legislador del Parlasur y ex funcionario de la Cancillería, Oscar Laborde, dijo a A24.com que "coincidimos con la postura del Gobierno argentino" y que "es necesario que se conforme urgente una mesa de diálogo en Ucrania donde estén representadas todas las partes" para una salida pacífica y el cese ya de la escalada militar.
Según el parlamentario, "la falta de diálogo es lo que llevó a esta situación" y para llegar a un acuerdo hace falta que "la OTAN deje de avanzar hacia el este de Europa, que Rusia retire las fuerzas militantes de Ucrania y que el gobierno de Zelinski acepte cumplir el acuerdo de Minsk firmado en la década del 90 que establecía a Ucrania como una confederación de repúblicas autónomas, independientes con la inclusión de todas las nacionalidades que conviven en Ucrania, incluso las comunidades pro rusas".