Además, detectó que el inicio de la charla se desarrolla en un ambiente similar a una cafetería o restaurante y que fue registrada por uno de los participantes. Luego, el audio cambia de características y adquiere las de una conversación telefónica.
Es en ese segundo tramo donde los analistas ubican los indicios de edición con inteligencia artificial: la herramienta forense STC SIS II (IKAR Lab3), basada en redes neuronales profundas, arrojó una probabilidad del 65% de que exista voz sintética en ese segmento, sin especificar qué partes estarían adulteradas.
El estudio también aclaró que, al tratarse de un archivo fragmentado y modificado, sin la secuencia completa, no fue posible llegar a una evaluación concluyente sobre su autenticidad ni sobre su integridad general.
El planteo de nulidad ante la Justicia
Con estas observaciones, la defensa de Spagnuolo pidió invalidar la resolución que habilitó la apertura de la causa. D’Alessandro volvió a citar la doctrina del “fruto del árbol envenenado”, según la cual si la base probatoria inicial es ilegal o está adulterada, todo lo derivado de ella queda contaminado.
Los abogados también discuten la validez de los audios desde otros ángulos que sostienen que se violó el derecho a la intimidad del entonces funcionario y señalan la posibilidad de que su teléfono haya sido intervenido de manera irregular para obtener las conversaciones.
El fiscal federal Franco Picardi, quien impulsa la investigación, ya rechazó estos planteos ante la Cámara. Remarcó que los audios no fueron la única evidencia mencionada en la denuncia que dio origen al expediente y que la pesquisa avanzó por carriles propios después de dejar de lado las escuchas para reconstruir las maniobras que se investigan en la ANDIS.