Tal como había solicitado la DAIA y la fiscal Cecilia Incardona, el juez federal Federico Villena prorrogó el secreto de sumario en la causa, para evitar filtraciones que perjudiquen los resultados. También dispuso organizar una comisión integrada por varias fuerzas de seguridad nacionales y extranjeras para que analice el material recolectado por la investigación.
Continúan sumando elementos que refuerzan las sospechas sobre los venezolanos e iraníes que venían en la aeronave. Hay documentos y fotos que consolidan las conjeturas que acercan a los imputados con la Guardia Revolucionaria de Al Quds.
Por otra parte, los tripulantes del Boeing 747-300 perteneciente a la compañía aérea Emtrasur renovaron su estadía en el Hotel Plaza Central de Canning hasta el lunes. Siguen con vigilancia permanente del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal. La justicia retiene sus pasaportes, por lo que tienen impedida la salida del país.
Son 14 venezolanos y 5 iraníes, entre ellos el piloto Gholamreza Ghasemi, quien según las autoridades del FBI es CEO de Oeshm Fars Air ligada a Mahan Air, y miembro del consejo de administración de Qeshm Fars Air, una compañia aérea señalada por su relación con el terrorismo.
Algunos de los imputados salieron a defenderse, asegurando que se trataba de un vuelo de instrucción, como parte del convenio de compra del avión a la compañía iraní.
La denuncia de Paraguay
El revuelo que causaron los dichos del presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, no pasó inadvertido para la justicia argentina. Hay coincidencias entre las hipótesis que mantienen los investigadores de ambos países.
Los dos sospechan que la tripulación del avión tiene nexos con el terrorismo, y se preguntan si los vuelos pretendían ocultar una operación clandestina de las fuerzas revolucionarias iraníes.
El mandatario vecino fue decisivo al afirmar que "la inteligencia paraguaya hizo un gran trabajo para poder determinar la peligrosidad de este vuelo”. Además, divulgó un dato que él mismo calificó de película: "Uno de los tripulantes se operó para cambiarse la cara en Cuba”.
Todos estos indicios son tomados en cuenta por los encargados del caso en nuestro país, que pidieron informes sobre la pesquisa a los tribunales paraguayos.
El Ministerio Público Fiscal en Asunción inició su propio sumario, y colaboró con las autoridades argentinas. Revelaron que tienen que el avión iraní aterrizó sin carga en su país el 13 de mayo pasado. Aunque tenía previsto permanecer 8 horas se quedó 3 días, y se fue con destino a Aruba con 8 toneladas de cigarrillos.
Figuraba como empresa transportista la venezolana Emtrasur, la vendedora era Tabesa, del grupo del expresidente Horacio Cartes, y la compradora Tabaco USA. Como consignataria en Aruba aparece la Tabacalera Free Zone NV.
El servicio estuvo demorado por los controles paraguayos, sobre todo por la escasa rentabilidad del traslado. Durante ese plazo los tripulantes se alojaron en Ciudad del Este.
En Argentina, la fiscal Incardona encontró inconsistencias en la tripulación y puso el foco sobre el piloto del avión, el iraní Gholamreza Ghasemi, quien según las autoridades del FBI es CEO de Oeshm Fars Air vinculada a Mahan Air, una compañia aérea señalada por sus vínculos con el terrorismo.
El FBI sostiene que estas organizaciones suelen usar vuelos civiles para llevar componentes militares clandestinamente. Asimismo, en el teléfono celular del piloto se detectaron imágenes de material bélico, y hallaron fotografías de Ghasemi como combatiente de Al Quds, incluso con uno de los líderes del grupo revolucionario.
¿De qué se ocupa la mesa integradora de fuerzas de seguridad nacionales y extranjeras que analiza el caso?
El juez Federico Villena formó una mesa de trabajo con distintas fuerzas de seguridad nacionales e internacionales para investigar al avión varado y a su tripulación.
Los encuentros están programados para que sean confidenciales, con la participación del juzgado de Lomas de Zamora, la fiscal Incardona y la DAIA.
Están convocados el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional Argentina, la sección de Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, la Dirección Nacional de Investigación Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación, y la Oficina Regional del pBuró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI).
Todos se ocuparan de analizar el material extraído, comparando información, y planteando eventuales nuevas líneas de búsqueda.
La doctora Nercellas remarcó ante A24.com que se está trabajando con mucha intensidad, pues se intenta poner a disposición de los idóneos todos los indicios.
Entre otras posibilidades, están evaluando si los tripulantes utilizaron el vuelo de instrucción como una pantalla para suministrar equipamiento tecnológico a una base de ciberinteligencia que funcionaría en nuestro país con agentes venezolanos.