Judiciales

La trama secreta de la denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández

El cambio de opinión de la ex primera dama, la cuenta pendiente de Ercolini, el rol de los medios y el contragolpe que evalúa el ex presidente. ¿Hasta dónde escala el escándalo?

Néstor Espósito
por Néstor Espósito |
Fabiola y Alberto

Fabiola y Alberto

Una interna familiar de una pareja desde hace rato desavenida, denuncias cruzadas que asoman en el horizonte y una vieja cuenta pendiente. La denuncia de la ex primera dama Fabiola Yáñez por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández hizo estallar un escándalo que amenaza con escalar a niveles propios de programas bizarros de la TV de los años 90.

El juez federal Julián Ercolini escribió este martes en una resolución de seis páginas que a raíz de la investigación por las supuestas irregularidades en la contratación de seguros del Banco Nación para organismos públicos durante el gobierno de Fernández “surgieron conversaciones e imágenes que indicarían la posible comisión del delito de lesiones leves en un contexto de violencia de género”. De Alberto hacia Fabiola.

La exmujer de Fernández había rehusado hasta ahora de formular la denuncia y, como se trata de un delito de “instancia privada”, no había causa. Pero Ercolini explicó que “el día 6 de agosto de 2024, Fabiola Andrea Yáñez se contactó con este juzgado solicitando que se realizara una audiencia ampliatoria con este magistrado, la que fue celebrada en la misma fecha”.

"Terrorismo psicológico”

Yáñez “expresó que en la audiencia anterior se le había solicitado que no inste la acción penal en contra de su presunto agresor a quien identificó como Alberto Ángel Fernández. Manifestó estar padeciendo lo que definió como ‘terrorismo psicológico’ por parte de la persona denunciada, así como acoso telefónico, de manera diaria. Dado que el presunto agresor se contactaba mediante mensajes telefónicos amedrentándola psicológicamente”.

“Fue interrogada acerca de si, en esta oportunidad, deseaba instar la acción penal, a lo que la compareciente manifestó expresamente que a raíz de lo ocurrido, sí deseaba hacerlo”.

Así se inició en tribunales una causa que había amanecido durante el fin de semana en el diario Clarín. Fernández está convencido de que se trata de una “venganza” de Ercolini, a quien –cuando era presidente- defenestró públicamente a raíz del viaje al Lago Escondido junto con otros jueces, fiscales y funcionarios porteños por presunta invitación de directivos del Grupo Clarín.

Ese diario fue el primero en publicar la existencia de los chats con la supuesta violencia de género. Fernández está convencido de que fue Ercolini quien filtró la información, la potenció a través de la prensa y terminó por convencer, personalmente, a Yáñez para que lo denunciara.

¿Cómo ocurrieron las lesiones?

Fernández le aseguró al abogado Juan Pablo Fioribello –quien lo asistió, al igual que a Fabiola, en la causa por la fiesta en Olivos durante la pandemia- que jamás hubo una agresión física contra su exmujer. Y en su entorno trascendieron dos teorías conspirativas sobre el origen de las lesiones que Yáñez dice haber padecido y el cambio de opinión sobre impulsar la denuncia penal.

Sobre lo primero, menciona una situación del ámbito estrictamente personal de Yáñez, de características patológicas, que le causaron más de una caída y consecuentes golpes. Sobre lo segundo, desliza una situación rayana en la extorsión.

“Demostraré en la justicia la falsedad de las acusaciones”, dijo el expresidente, en el hasta ahora único y acotado contacto que mantuvo con la prensa. Acaso sean armas de un contragolpe que, de todas formas, no alcanzará para levantar su desvencijada imagen.

Ercolini le prohibió a Fernández la salida del país para evitar que viaje a España, donde reside Yáñez desde principios de año, con el hijo en común que tienen. La exprimera dama manifestó preocupación por su custodia porque es “una persona de confianza” de su ex pareja. Y sobre Francisco, el hijo de ambos, “indicó que el contacto podía continuarse al número telefónico de su madre, abuela de su hijo, para que aquél pueda conservar dicho vínculo, y al abonado que poseía el menor”.

La denuncia de Fabiola.jfif

Ercolini le prohibió también “acercamiento a una distancia inferior a los 500 metros de la denunciante y de su domicilio sito en la ciudad de Madrid, del Reino de España, o en cualquier otro lugar en el que se encuentre la nombrada, desempeñe actividades laborales, educativas, recreativas o de asidua concurrencia, y de contacto absoluto con aquella a través de cualquier vía; medida que rige desde la fecha y hasta tanto dure la tramitación de la presente causa y/o se disponga lo contrario”.

“Tal prohibición de acercamiento importa suspender todo tipo de contacto físico, telefónico -por línea fija y/o celular-, por correo electrónico, sistema de mensajería de texto y/o voz a través de cualquier plataforma, por vía de terceras personas y/o por cualquier otro medio que signifique intromisión injustificada” con Yáñez.

La resolución le impuso también a Fernández “que cese en los actos de perturbación o intimidación que, directa o indirectamente, realice hacia Fabiola Yáñez tanto en el espacio analógico como en el digital”.

“No puede obviarse la desigualdad existente entre la persona denunciada, quien ocupó el cargo de máxima jerarquía en el Poder Ejecutivo Nacional de nuestro país, y la denunciante”, reflexionó el juez.

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