"Magnetismo corporal": el insólito acto antivacunas que sorprendió al Congreso y estalló en las redes
Una llamativa exposición desató repudios de sociedades científicas, luego de que oradores intentaran demostrar supuestos “efectos de magnetismo” atribuidos a las vacunas contra el Covid-19. La jornada fue organizada por la diputada Marilú Quiroz.
"Magnetismo corporal": el insólito acto antivacunas que sorprendió al Congreso y estalló en las redes. (Foto: captura de video)
La Cámara de Diputados fue escenario de una de las jornadas más polémicas del año: una presentación de casi seis horas que buscó instalar dudas sobre las vacunas contra el Covid-19 y que incluyó una supuesta “demostración de magnetismo” en el cuerpo de un hombre vacunado.
El evento, realizado este jueves en el Anexo A del Congreso y promovido por la diputada del PRO Marilú Quiroz, desató un fuerte repudio de sociedades científicas, especialistas en salud y legisladores de múltiples bloques.
La actividad, titulada “¿Qué contienen realmente las vacunas Covid-19?”, quedó de inmediato en el centro del debate público.
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Una jornada marcada por teorías desacreditadas
Desde el inicio, la diputada QuirOz dejó clara la intención del encuentro. “Estamos dando un puntapié inicial para modificar la obligatoriedad y compulsividad de la vacunación”, expresó ante un auditorio colmado por militantes antivacunas, médicos vinculados a grupos negacionistas y referentes que cuestionan abiertamente la campaña sanitaria implementada durante la pandemia.
Uno de los momentos más llamativos se produjo cuando la licenciada en biotecnología Lorena Diblasi, integrante de espacios antivacunas, presentó arriba del escenario a un hombre con el torso desnudo para mostrar lo que describió como “efectos de magnetismo” provocados -según ella- por la vacuna contra el coronavirus.
Mientras el público grababa la escena con sus teléfonos, el hombre intentó adherir objetos metálicos a su piel en repetidas ocasiones, con resultados erráticos. A pesar de la ausencia total de pruebas, Diblasi afirmó: “Esto no es grasa en la piel. Me gustaría saber qué tienen para decir los médicos”.
La oradora fue acompañada por otros referentes antivacunas, como el oftalmólogo Oscar Botta, integrante del grupo internacional “Médicos por la Verdad”, y la médica Viviana Lens, autora de disertaciones que vinculan las vacunas con enfermedades sin ninguna evidencia científica. Ambos expusieron teorías ya refutadas por las principales instituciones sanitarias del país y del mundo.
Críticas de la comunidad científica: “Un acto irresponsable”
Marilú Quiroz
La jornada fue organizada por la diputada Marilú Quiroz.
La realización del acto en un edificio del Congreso provocó un rechazo inmediato por parte de sociedades médicas y especialistas. Diversas organizaciones -entre ellas la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP) y la Sociedad Argentina de Pediatría- habían solicitado formalmente al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que suspendiera la actividad.
En un documento enviado antes del evento, advirtieron que la charla promovía datos falsos y podía “generar confusión, rechazo y riesgo para toda la comunidad”, especialmente en un contexto donde las enfermedades inmunoprevenibles están resurgiendo debido a la baja cobertura de vacunación.
“Es fundamental cuidar la confianza pública en las vacunas y en las políticas de Salud Pública”, expresaron las instituciones, que alertaron sobre el impacto social de difundir información falsa desde ámbitos legislativos.
La defensa de la diputada Quiroz
Lejos de retroceder ante las críticas, Quiroz justificó su iniciativa alegando que buscaba “dar voz a especialistas ignorados”. “Me han tratado de burra y dijeron que me meto a hablar de algo que no sé. Pero yo escucho, y hay que darle la oportunidad de hablar a los que saben”, sostuvo durante la apertura.
La legisladora insistió en que su objetivo era “visibilizar dudas” sobre las vacunas aplicadas durante la pandemia, y reiteró sus cuestionamientos sobre los contratos firmados con laboratorios internacionales: “Las cláusulas de confidencialidad nunca debieron ser aceptadas; necesitamos transparencia total”.
Según denunció, el evento habría intentado ser “cancelado varias veces” por otros sectores políticos.
Un escenario de tensión sanitaria: enfermedades que regresan
Mientras la exposición antivacunas se realizaba en el Anexo A, en otra sala del mismo edificio legisladores debatían temas vinculados a las comisiones de Salud y Ciencia. La coincidencia temporal generó críticas adicionales: especialistas advirtieron que mientras avanza el rebrote de sarampión, el aumento de casos de coqueluche y el retroceso en coberturas pediátricas, el Congreso habilitaba un espacio para discursos negacionistas.
La SAVE fue contundente: “Estos eventos representan un riesgo enorme en un momento en que las tasas de vacunación son alarmantemente bajas”. En su comunicado, la entidad remarcó que vacunas cuestionadas durante el evento —como las destinadas al Covid-19— han demostrado seguridad y eficacia en miles de estudios revisados por pares y utilizadas en todo el mundo.
Episodios insólitos y un mensaje peligroso
Además del fallido intento de demostrar magnetismo, se expusieron paneles como “Vacunas de calendario y autismo”, repitiendo un argumento desacreditado desde hace más de dos décadas y originado en un estudio fraudulento retractado por la revista médica The Lancet. También se presentó la charla “Sangre de vacunados al microscopio”, donde se mostraron imágenes sin comprobación científica y sin metodología verificable.
La comunidad médica alertó que este tipo de afirmaciones, sin evidencia y presentadas en un contexto institucional, pueden contribuir a la vacilación vacunal, fenómeno que la OMS considera una de las principales amenazas para la salud global.