ESTRATEGIA DUAL
La estrategia política planteada tiene un esquema dual: por un lado, el gobierno, cuyos funcionarios hacen equilibrios dinámicos entre la bajada conceptual e ideológica bajada por el presidente y el anillo más íntimo de trabajo, con la gestión cotidiana que muchas veces no da respiro.
Eso produce la renuncia o despido de muchos, ya que ese esquema no es de fácil comprensión. Una cosa es la teoría liberal libertaria anarco capitalista de la escuela austriaca; otra cosa es “eso” aplicarlo en la política de medicamentos para jubilados o las votaciones de la diplomacia nacional en la ONU.
TRES POSICIONES
Decíamos que la estrategia es dual. Por un lado, el Gobierno que para resumirlo, entre lo ideológico y la gestión hizo o hace lo que puede. Por el otro, la figura presidencial.
Porque Milei se presentó en tres posiciones que tuvieron continuidad:
- Como político: outsider
- Como líder mundial: celebridad
- Como economista: estadista anti estado
Estos tres posicionamientos fueron constantemente complementados desde lo real y lo simbólico, con gestos y señales muy claras.
ES ASÍ
El presidente es provocador, diferente, no político, distinto al resto, nada que ver con sus antecesores. No es títere de nadie pese a su debilidad legislativa, se muestra fuerte y peleador.
Es confrontativo con todos. Y casi en todas sus batallas, redobla, rompe la regla de la negociación de buena fe; porque insulta, porque con Milei no se puede negociar. Genera temor, incluso con muchos que no se le animan. El abordaje es, de ser políticamente incorrecto, firme y decidido para dar batalla, genuino y humano, tiene rumbo y se nota mucho porque a los otros no se les cae una idea.
Con todo es combo, manejó la agenda, llevó a límites insospechados al sistema político, forzó al máximo el modo de gobernar…
ANTI
Los demás siguen sin poder reaccionar.
Porque Milei aún presiona en las internas de los otros; “conquista” voluntades, atrae con ideas nuevas, trabaja contra corrientes y así consolida una tribu que los une más el espanto de los otros que las propias ideas. Pero hay un camino claro: antiestatal, anti casta, antipolítica, desregulatorio, libertario… y sobre todo, potente.
Milei trabajó sobre el 50% que lo votó, casi sin intentar atraer a más; el diagnóstico probablemente es que no podría.
Ese objetivo destruye al PRO y al radicalismo. También estimula el otro extremo, para que no haya nada de nada en medio de la pelea final, porque tanto él como la archi enemiga elegida están dispuestos a más. Quizá a más que otros.
Un año es mucho para Milei, una eternidad que atravesó con comodidad, sin contrapesos casi y con tres o cuatro golpes. Nada si se lo compara con lo que se decía que iba a vivir: nada comparado con ese infierno de debilidad y soledad.
Cumplió Milei con ocuparse de la economía en crisis, bajar la inflación como máximo indicador del proceso, de cuidar el orden público y en las calles, con retirar al Estado de lo que consideraba innecesario, con achicar la planta política de los organismos. Algunas fueron declamaciones y otras concreciones.
LOS HECHOS
Asumió hablándole a los argentinos de bien, le dio la espalda al Congreso, gobernó con un mega DNU, mientras estuvimos 6 meses discutiendo una Ley Ómnibus, imposible, mientras llamó a un pacto en Mayo, que poco tuvo de pacto y nada de Mayo (lo firmaron en Julio), consiguió el equilibrio fiscal, con un ajuste brutal que no pagó la casta pero lo aguantan muchos, aunque millones lo sufren, bajó la inflación que le da aire todos los meses para seguir dando cátedra como si supiera (quizá sabe), se manejó internacionalmente de modo muy claro: a favor de EEUU, más que nada, pro mercado, pro occidente, en contra de las dictaduras teocráticas y condenando al terrorismo en defensa del Estado de Israel como única democracia de Medio Oriente, quiere privatizar todo lo que pueda para retirar al Estado, para que triunfen las ideas de la libertad, está contra la agenda feminista o del posicionamiento K en DDHH, cambió el nombre del CCK por Palacio de la Libertad y del salón de las Mujeres de la Casa Rosada por el de los próceres que incluyó a Carlos Saúl Menem (Y lo hizo el 8M).
Se comió un golpe en la cara con millones de personas en las calles en defensa de la UBA; los políticos le voltearon el presupuesto para su nueva SIDE y el ajuste llegó a los jubilados. Incluso lo festejó con un asado torpe en su diseño.
ETAPAS
Tuvo un primer semestre muy confrontativo y un segundo que bajo dos cambios con Francos como jefe de gabinete y logró sacar la Ley Bases. Estamos en un tercer momento en que la mirada es 2025. Haciendo cuentas para sacarle caudal electoral al PRO, tratando de destruir a la UCR y reflotando a CFK para que con su techo bajo no pueda disputarle la primera minoría de supuestos tercios nacionales, aunque el objetivo del gobierno sea ante tanta fragmentación, polarizar un conseguir la mejor tajada posible con el “monstruo” enfrente.
Parece decir: “Si no estás con nosotros, estás con ellos”
LAS CRÍTICAS
Aún resta saber si las críticas de la oposición estarán fundadas con el tiempo; o si en realidad, la verdadera y oculta intención del gobierno libertario es producir un modelo que facilite los negocios de los empresarios amigos para así continuar enriqueciéndose con el retiro del control estatal.
Pero cada vez que la oposición se muestra, en cualquiera de sus formas, lo ayudan, lo blindan, lo preservan… porque le recuerdan a la ciudadanía, por qué más del 50% lo voto, aunque loco, débil o irracional; no importó, porque lo otro era peor.
FINALMENTE
Un año es mucho y poco tiempo a la vez. Poco si es para ver la Argentina que en 35 años se parecerá a Alemania o EEUU; mucho si miramos de dónde llega este outsider, que busca ser celebridad y que busca -como lo dijo muchas veces- defender las ideas de la libertad por sobre cualquier otra cosa.
Para concluir, un año es mucho y poco tiempo a la vez.
(*) Gabriel Slavinsky es Psicólogo, consultor y analista político