Corte y confección

Pandemia, educación y economía: la consolidación de la cultura “blue” atraviesa la política argentina

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Pandemia, educación y economía: la consolidación de la cultura “blue” atraviesa la política argentina

El dólar blue sube, pero el Gobierno dice que ese valor no tiene ninguna incidencia en la economía. Obligan a la gente a quedarse en sus casas, pero ya nadie respeta ese pedido. Las empresas tienen que subfacturar para no perder el ATP. Cada vez más actividades abren en forma clandestina para poder sobrevivir. La Argentina ingresó en una zona “blue” en la que el Estado perdió resortes para poder operar.

En cualquier país del mundo, el ministro de Salud renunciaría ante la terrible crisis sanitaria que vive el país: ya estamos quintos cómodos en cantidad de contagios, vamos camino al top 10 de muertes por millón de habitantes y no hay en marcha ninguna estrategia para revertirlo.

El ministro de Educación renunciaría por la crisis educativa de mantener a los chicos sin clases por casi un año y no ofrecer ningún plan de salida, cuando cada vez más estudios en el mundo demuestran que es necesario abrirlas. Trotta sigue repitiendo que es un defensor de la vuelta a las aulas (“cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan”), pero nunca presentó un plan para desandar las medidas.

El presidente del Banco Central se hubiera ido primero por el escándalo de las colas de los jubilados y luego por la mala implementación del supercepo, que derivó en una exponencial suba de los dólares alternativos.

Son algunas muestras de la falta de rumbo del gobierno nacional. Hay otras.

Pero el peronismo hizo lo que mejor sabe hacer y resistió cualquier crítica. Se abroqueló en el Congreso, resistió en la calle y cerró filas con gremios y movimientos sociales.

Pandemia clandestina

La Argentina insistió con una estrategia que no dio los resultados esperados.

Una cuarentena eterna, sin política de detección del virus, sin rastreo, sin testeos masivos y sin aislamiento estricto ni de los contagiados ni de los contactos estrechos. Lo advertían desde la oposición y científicos "aliados" del Conicet a los que no se escuchó.

En diciembre de 2019, los militantes del Frente de Todos recibían a Ginés al grito de “Salud es ministerio”. A 7 meses del inicio de la cuarentena todavía no están definidos claramente los protocolos sobre a quién hay que testear y a quién no. No es responsabilidad solamente de Nación, aunque siempre es el mayor responsable.

Ahora, desde Salud advierten que el problema de la falta de testeo es que en las provincias no están cargando los resultados negativos, ni los test que no son hisopados. Por eso, Nación ordenó que a partir de esta semana se empiecen a cargar en las bases de datos todos los test que se realicen. Se dan casos insólitos como Córdoba que tiene 90% de positividad. “Los números no reflejan nuestra actual capacidad de testeo”, informaron desde el ministerio de Ginés después de una reunión del Consejo Federal de Salud.

Ginés González García nunca tuvo una gran preocupación por el coronavirus. En enero estaba preocupado por el dengue; en febrero, por el sarampión. Ahora su mayor foco está puesto en otros temas: “La pandemia más silenciosa pero más mortal es el sobrepeso y la obesidad”, señaló en una presentación en el Senado esta semana. Lo miraban Carla Vizzotti y Alejandro Costa, los dos máximos voceros del gobierno en el manejo de la pandemia.

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“La especie humana está hoy moviéndose un 30% menos de lo que se movía hace 40 años”, criticó el ministro que meses antes había rechazado las salidas recreativas de los chicos y la actividad física en la ciudad de Buenos Aires.

Educación “blue”

Nación sigue sin dar respuesta a la pandemia educativa. La sociedad Argentina de Pediatría afirmó esta semana: “No se puede sostener un año más sin que los niños reciban educación”. No hubo respuesta del Gobierno.

Mientras tanto:

  • Crece el fenómeno de los jardines rodantes: algunas familias que se juntan con una maestra a cargo y que rotan entre las casas. Claramente son actividades clandestinas.
  • Crece en el fenómeno de los talleres para chicos paraoficiales en parques.
  • Las escuelas privadas siguen temiendo bajas de matrículas para 2021 y algunas pronostican un cierre total, especialmente los maternales y jardines.

En los nuevos confinamientos en Europa, en todos los casos, se dejaron abiertas las escuelas. La excepción fue República Checa que, sin embargo, mantuvo abiertos los maternales.

Un estudio de junio y julio del ministerio de Salud británico en escuelas de todo el país determinó que:

  • Solo el 0,01% de las escuelas preescolares y primarias tuvieron un brote.
  • La mitad de los brotes no involucró a ningún estudiante y la transmisión entre estudiantes fue muy rara.
  • La transmisión del virus se da de la comunidad a la escuela y no al revés.
  • Los chicos se contagian más en sus casas que en las escuelas.

Ninguno de estos informes son citados por el ministro Trotta. Tampoco por la mayoría de los sindicatos docentes.

Los gremios siguen militando en su mayoría por el cierre de escuelas y también por la educación a distancia. “Por más que demos computadoras, si el apoyo escolar queda a cargo de padres que no terminaron sexto grado es muy difícil que podamos generar inclusión educativa”, dice una funcionaria porteña que observa el fenómeno en los barrios populares.

Clubes de barrio en el conurbano –que podrían ser otro foco de socialización y educación al aire libre- siguen cerrados o abiertos de manera clandestina.

¿Hay horizonte económico?

Distinta es la situación del equipo económico, que heredó una crisis innegable. Los problemas, en ese caso, no fueron autogenerados. Aunque el loteo del gabinete económico (como pasó en la era Macri) generó grandes dificultades durante el primer año de gestión.

Un ejemplo claro es el área energética:

  • La secretaría estuvo 8 meses paralizada. Matías Kulfas, ministro a cargo del área no le contestaba los mensajes a su secretario, Sergio Lanziani.
  • Una vez renunciado el misionero, el Gobierno se tomó un mes y medio para designar formalmente a su sucesor, Darío Martínez.
  • Ahora, en tres días, lanzaron el Plan Gas y fijaron precios para biocombustible y avisaron que descongelan las tarifas de luz y gas. Todos temas que estaban hace más de un año sin definición. No es poco, pero es preocupante el tiempo que se toman para todo en el marco de una crisis en la que hay que tomar muchas decisiones muy rápido.

El ministro Martín Guzmán, en este escenario, aparece fortalecido. Es casi el único que no recibe críticas de ninguno de los sectores importantes del Gobierno. En algunos foros internos hasta es elogiado por la oposición.

Esta semana tuvo contundentes muestras de apoyo:

  • Se sentó en la cabecera en una reunión con el Consejo Agroindustrial (clave para conseguir dólares).
  • Participó como figura central en el Coloquio de Idea. Es el primer ministro de economía peronista que va desde Roberto Lavagna en 2005.
  • Alberto lo subió al avión para ir a Neuquén a presentar el Plan Gas. Lo paseó por Vaca Muerta, otro generador de dólares.
  • Desde ahí dijo: "No saben lo que Martín sufre por las divisas que se van". Lo puso a él al frente del problema y desplazó de ese lugar central a otros actores, como su amigo Miguel Pesce o Matías Kulfas, el desdibujado ministro de Producción.
  • Fue a Almirante Brown con el ministro de Obras Públicas a presentar obras de desagües pluviales. La foto no dice mucho, pero muestra a un ministro de Economía por primera vez transitando los caminos de la política real.
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Los dilemas de Larreta

La economía blue también preocupa del otro lado de la grieta. Esta semana, Horacio Rodríguez Larreta va a presentar un ambicioso programa de impulso a “la economía popular y social”. Va a ser un proyecto de ley que va a entrar a la Legislatura.

Se busca reconocer que desde ciertos sectores de economía informal es imposible que se acceda a los estándares normativos que exige la ley argentina. Por ejemplo, cumplir todos los requisitos para acceder a un crédito.

La estrategia, hasta ahora, frente a la economía informal fue siempre mirar para el costado (por un lado) o intentar erradicarlos (por el otro). ¿Existe alguna alternativa para que el Estado les dé un marco diferenciado y los contenga? La idea es trabajar con siete sectores: textil, alimentos, logística, cuidados, construcción, comercio y economía verde. Son los más golpeados por la crisis.

Larreta está empezando a patear el conurbano, especialmente la tercera sección electoral (conurbano sur). Es un territorio clave si se quiere tener proyección nacional. En sus recorridas siempre recibe el mismo pedido: la candidata del espacio tiene que ser Vidal.

Las relaciones entre Ciudad y Provincia volvieron a encarrilarse. Kicillof defendió a Larreta después de las críticas de Macri a la cuarentena. Algunos sectores del gobierno porteño incluso elogian el manejo que Kicillof tuvo de la toma de Guernica. Más ruidos con los sectores del PRO que están fuera del poder y que pedían que intervengan las fuerzas de seguridad.

Los puentes entre Ciudad y Provincia están menos rotos de lo que parece. Hace unos días, Larreta se juntó con el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Andrés Larroque, uno de los máximos líderes de La Cámpora. Las coincidencias, cuentan, fueron mayores que las diferencias.