Alberto Fernández y Cristina Kirchner sumaron a Sergio Massa a la nueva "mesa política" del Gobierno, en busca de calmar la crisis de credibilidad del gobierno por la crisis económica. Foto: Archivo
Ante las presiones del mercado sobre el dólar y la inflación, y el clima de fuerte incertidumbre en el país que derivó en las últimas horas en una ola de rumores de renuncias al más alto nivel del gobierno, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, mantuvieron una segunda reunión ultrasecreta en una semana, a la que esta vez se sumó el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Los tres socios del Frente de Todos, acordaron volver a poner en funcionamiento "la mesa política" del Frente de Todos, para dejar las peleas internas de lado y volver a tomar decisiones en conjunto.
Aunque decidieron mantenerla en secreto, según pudo confirmar A24.com de fuentes confiables, el nuevo encuentro fue el miércoles a la noche, en la residencia de Olivos, donde Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, compartieron una cena en la que hablaron de darle tiempo a la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, para que arme su equipo económico y se estabilicen las expectativas entre empresarios, comerciantes y en la gente, en general, tras la tormentosa renuncia del ex ministro de Economía, Martín Guzmán.
Un altísimo funcionario cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner, admitió este jueves a A24.com que ninguno de los tres analizaron la posibilidad de renunciar, como circuló durante toda la jornada en redes sociales y confirmó como había dicho el jefe de Gabinete, Juan Manzur, bien temprano a la mañana, por ahora "no hay más cambios de gabinete".
Sin embargo, algunos admiten en la Casa Rosada que el cambio solo de ministro de Economía, la postergación de una reestructuración más amplia del gabinete, dejó sabor a poco y no descartan futuros cambios en el mediano plazo, para darle mayor volumen y aire político al Gobierno.
Por eso, parte del nuevo acuerdo entre Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, fue preveer un "Plan B" por si no logran estabilizar las expectativas económicas y se profundiza la inestabilidad financiera, cambiaria y productiva, después de varias semanas de que comience a funcionar a pleno el nuevo equipo económico con la designación de funcionarios de Batakis que después de 3 días todavía no habían sido oficializados.
En ese caso, en la mesa política que volvieron a integrar Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, no descartan impulsar una nueva reestructuración del actual gabinete, con más cambios de ministros. No descartan en ese caso, la estrategia que circuló con fuerza el pasado domingo, en medio de la crisis por la renuncia de Guzmán, que proponía la incorporación del presidente de la Cámara de Diputados y de otros dirigentes kirchneristas al gobierno, para darle más volumen político que refleje la nueva "unidad".
"El presidente está en funciones", había dicho por la mañana el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y lo mismo repitió la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti en conferencia de prensa, tras quejarse de los que generan "rumores para desestabilizar y generar zozobra".
"Por lo que vi en los medios Alberto y Cristina se vienen juntando, vienen conversando bien. Por lo que vi en los medios, hablaron el domingo a la noche en el marco de la designación de Batakis y creo que hablaron ayer", señaló el ministro del Interior y funcionario más cercano a la vicepresidenta con despacho en la Casa Rosada.
El ministro del Interior se mostró como eventual candidato del Frente de Todos pero también como "intermediario" de las demandas que le presentaron los más importantes empresarios que este jueves se juntaron en el tradicional almuerzo mensual del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), con el titular de la UIA y la COPAL, Daniel Funes de Rioja, como anfitrión.
"Los intendentes, los gobernadores, los empresarios y todos nosotros veníamos pidiendo que vuelva a funcionar la mesa política en la coalición del Frente de Todos y eso está pasando", resumió De Pedro en declaraciones a A24.com tras el encuentro.
De Pedro defendió a la coalición de Gobierno al señalar que "los políticos no tienen la culpa de todo" y pidió que "inviertan en el desarrollo de producción e infraestructura" a la vez que les trazó un plan de desarrollo productivo federal, por regiones.
En ese marco, el ministro del Interior convocó a todos a "consensuar un modelo productivista" y "dejar de lado las diferencias políticas y los prejuicios" y convocó a la "oposición a discutir un paquete de políticas de estado que no cambien según los gobiernos" pero aprovechó para pegarle al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: "Larreta dijo que no quiere discutir el modelo de desarrollo del país con el kirchnerismo, pero yo soy kirchnerista y si quiero discutir con él el modelo", enfatizó a tono electoral.
En un nutrido auditorio escucharon su discurso Daniel Funes de Rioja, Presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP); Gustavo Weiss, Presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO); Mario Grinman, Presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC); Adelmo Gabbi, Presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA); Miguel Ángel Rodríguez, Secretario de la Unión Industrial Argentina; Nicolás Pino, Presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA); Marcos Pereda, Vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA); Eduardo Machiavello, Presidente de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA); Martín Cabrales, Tesorero del Consejo Interamericano de Comercio Producción (CICyP); Alfredo Gusmán, Protesorero del Consejo Interamericano de Comercio Producción (CICyP), Javier Bolzico, Presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA).
En un clima de incertidumbre por las restricciones a las importaciones de insumos, al dólar y la inflación, la mayoría de los empresarios consultados por A24.com, coincidieron en reclamar que "la solución debe ser terminar con las internas políticas que generan más incertidumbre y crisis de expectativas".
