TECNOLOGÍA

Cómo programar mensajes en WhatsApp y mandar textos de forma automática

Descubrí por qué programar mensajes en WhatsApp depende de un requisito que casi nadie conoce y cómo cambia todo según tu celular.

Cómo programar mensajes en WhatsApp y mandar textos de forma automática. (Foto: Archivo)

Cómo programar mensajes en WhatsApp y mandar textos de forma automática. (Foto: Archivo)

La necesidad de programar mensajes en WhatsApp creció en los últimos años, pero la función aún no existe dentro de la app. Esta ausencia impulsó el uso de herramientas externas como Wasavi y Scheduled, que permitieron que miles de usuarios enviaran textos en horarios específicos sin depender de la memoria.

Lo llamativo es que, para que el sistema funcione, se requiere cumplir un requisito discreto del teléfono que muchos desconocieron y que, en ocasiones, impidió que los mensajes salieran a tiempo. Entender ese punto, que pasa inadvertido para la mayoría, se volvió clave para usar estos sistemas con éxito y evitar fallas inesperadas en el envío automático.

Cómo programar mensajes en WhatsApp

Programar un envío implica que un texto quede listo con anticipación y que se envíe en un horario predeterminado sin intervención humana. Para usuarios que manejaron agendas laborales, recordatorios médicos o comunicaciones cotidianas, este recurso ofreció la posibilidad de liberar tareas mentales y sostener una organización constante.

Sin embargo, WhatsApp jamás integró esta posibilidad de manera nativa. Esa ausencia generó que la comunidad buscara alternativas externas, aunque cada una operó bajo reglas muy distintas según el sistema operativo. Fue precisamente esa diferencia la que convirtió al permiso de accesibilidad en un punto decisivo para que una app pueda o no enviar un mensaje automáticamente.

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La condición oculta en Android: el permiso que hace posible todo

En teléfonos Android, las aplicaciones que permitieron programar mensajes en WhatsApp necesitaron actuar como asistentes que ejecutaron toques automáticos. Para lograrlo, debieron solicitar acceso a funciones avanzadas del dispositivo, especialmente las vinculadas a accesibilidad y control de pantalla.

Ese permiso, que muchos usuarios aceptaron sin leer, fue el que permitió que apps como Wasavi funcionaran con fluidez. Gracias a él, la herramienta pudo abrir WhatsApp en segundo plano, seleccionar el contacto correcto y presionar el botón de enviar en el momento exacto. Sin esta autorización, el sistema simplemente bloqueó cualquier intento de automatización.

Lo curioso es que, aunque este permiso generó desconfianza en algunos usuarios, la aplicación se volvió una de las más descargadas para quienes necesitaban programar comunicaciones sin riesgos de olvido.

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Cómo se usó Wasavi para automatizar envíos

Wasavi se convirtió en una de las opciones más populares de Android. Su uso siguió una lógica simple:

  • El usuario eligió un contacto.
  • Definió día y hora exacta.
  • Escribió el mensaje.
  • Activó la programación.

Una vez armado el envío, Wasavi ofreció la posibilidad de recibir un aviso previo. Esta alerta no solo sirvió para revisar el contenido, sino también para modificarlo o cancelarlo segundos antes de que se enviara. Esa instancia previa se convirtió en un recurso esencial para evitar errores en mensajes sensibles.

Quienes dependieron de mensajes de cumpleaños, avisos laborales tempranos o recordatorios periódicos encontraron en esta app una forma de reducir margen de error. Aun así, la eficacia siempre dependió del mismo punto: que el permiso de accesibilidad estuviera activo y que Android no hubiera bloqueado la ejecución en segundo plano.

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El escenario completamente distinto en iPhone

En iOS, el proceso fue radicalmente diferente. Apple restringió acciones automatizadas que implicaran “tocar” aplicaciones en su interfaz. Por esa razón, ninguna app pudo enviar mensajes por sí sola dentro de WhatsApp.

Pero Scheduled ofreció una solución intermedia: permitió preparar el mensaje, colocar fecha y hora, seleccionar destinatario y redactar todo con anticipación. Cuando llegaba el momento, la app emitía una notificación que abría WhatsApp con el texto listo para enviar. El usuario solo tuvo que tocar el botón final.

Esa intervención obligatoria evitó la automatización completa, pero garantizó seguridad y privacidad. Muchos complementaron el proceso con la app Atajos, aunque nunca lograron eliminar el toque final. Fue un mecanismo que Apple mantuvo firme para impedir automatizaciones que pudieran afectar la integridad del dispositivo.

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