“Mi papá está muy deprimido, muy mal, porque él se siente culpable de que fue él quien lo llevó al campo, y después vino a casa sin mi hermano”, confesó Mariano con evidente dolor.
Describiendo la rutina familiar, Mariano explicó que su padre solía ir todos los días al campo a buscar al caballo para darle agua al mediodía, antes de regresar a casa para almorzar con la familia. Loan, según Mariano, siempre pedía acompañar a su padre. “Loan todas las mañanas le decía ‘papá, yo quiero ir con vos, yo quiero estar con vos’. Y era un chico muy vivo. Es, perdón, pero es un chico muy bueno”, añadió con pesar.
Desde la desaparición, José Peña ha mantenido esa rutina. “Todos los días va al campo. Todos los días va a buscarlo, a sentarse en esa mesa. Por eso te digo que él empieza a entrar en un caos de depresión y quiere ir al campo, quiere encontrarlo. No aguanta más sin él”, relató Mariano, evidenciando el tormento que sufre su padre.
La esperanza de encontrar a Loan con vida sigue latente en la familia. Mariano está convencido de que su hermano está retenido por alguien. “Yo tengo esa fe, esa esperanza de que él está en un lugar con alguien, con una persona. Ojalá lo suelte. Ojalá me escuche y lo libere, que su familia lo espera”, concluyó con un mensaje de esperanza y desesperación.