En 2017, Andrea comenzó una nueva relación, aunque siempre ha mantenido su vida privada bajo resguardo. Poco se sabe de su carrera profesional, pero en una charla reveló que cuando Franco la llamó para contarle que había sido seleccionado para competir en la Fórmula 1, ella se encontraba trabajando.
El sacrificio familiar y la emoción del éxito
La llegada de Franco a la Fórmula 1 fue un momento de profunda emoción para toda su familia. Andrea, con la voz entrecortada, relató los sacrificios que han hecho como familia: “Sufrimos todos. Fue un camino muy largo y duro porque es un deporte que tiene momentos gratos, pero los que prevalecen son los oscuros cuando las cosas no salen”. Además, destacó lo difícil que fue la distancia: “La distancia no ayuda”.
Uno de los momentos más duros que enfrentaron fue cuando, a los 14 años, Franco tomó la decisión de irse solo a Europa para continuar con su carrera. Andrea recuerda con nostalgia ese momento: “Fue difícil la decisión de dejarlo porque era muy pequeño, pero demostró que tenía todo para estar solo allá, arreglándosela, creciendo a los golpes”. Con ese sacrificio, Franco ha ido construyendo, paso a paso, su carrera, y aunque no sabe si este es el final o solo el comienzo de algo más grande, su madre siente un profundo orgullo por todo lo que ha logrado.