Sandra, una de las participantes más queridas de esta edición de Gran Hermano Argentina, quebró en llanto durante un duro desafío: permanecer atada a Selva durante 24 horas a cambio de un codiciado atado de cigarrillos.
Sandra llora, Selva presiona: así fue el desafío más incómodo de Gran Hermano. Miralas.
Sandra, una de las participantes más queridas de esta edición de Gran Hermano Argentina, quebró en llanto durante un duro desafío: permanecer atada a Selva durante 24 horas a cambio de un codiciado atado de cigarrillos.
La tensión del encierro, sumada a la incomodidad del reto y el desgaste emocional de seis meses de competencia, hicieron que Sandra colapsara entre lágrimas, generando un momento que rápidamente se volvió viral en redes.
“Sandrita, aguantaste seis meses acá… ¿no vas a aguantar una noche?”, lanzó Selva intentando motivarla, e incluso como chicaneándola, mientras la pescadora lloraba.
La escena se vivió con intensidad, el pedido de Selva parecía simple: “Dormir en mi camita”. Pero para Sandra, el peso emocional era mucho más profundo.
“Agarrate de esas lágrimas para tener fuerza, que queda la última parte”, agregó Selva, con tono firme pero empático.
En Gran Hermano, cada recompensa tiene un precio. En este caso, se trataba de conseguir un atado de cigarrillos, objeto de deseo para los fumadores de la casa. La producción propuso una vez más el desafío: estar atadas con una cuerda durante 24 horas, sin soltarse ni para ir al baño, dormir o comer.
