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Era atleta, tuvo dos ACV, se quiso quitar la vida y hoy alimenta a 380 chicos en su comedor

Se llama Norma Ramos. Toda su vida se la dedicó al atletismo. Dos pérdidas muy duras (su mamá y su hijo) la llevaron al borde de la muerte. Hoy es un ejemplo de vida y un sostén de muchos niños.
Era atleta

Era atleta, tuvo dos ACV, se quiso quitar la vida y hoy alimenta a 380 chicos en su comedor

La vida puede cambiar de la noche a la mañana. Lo que uno planea puede terminar siendo lo opuesto a lo deseado. Es el caso de Norma Ramos, la mujer que le ganó a la vida y hoy es el sostén de 380 chicas a los que llegó a alimentar con su comedor en plena pandemia del COVID-19.

María Belén Ludueña de América Noticias fue la encargada de narrar la historia de una luchadora. Norma tiene una vida vinculada al atletismo. Nació en Ingenio Ledesma, en San Salvador de Jujuy y allí a los 9 batió el récord provincial en 60 metros en la categoría piojo.

"El deporte, desde que tengo noción, fue mi cable a tierra, hice todas las disciplinas, pero la que amé fue el atletismo", relata en su charla con la periodista de América Tv.

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Pero lamentablemente dos hechos emocionales muy duros la llevaron a tener dos ACV. "Mis ACV fueron por lo emocional, mi mamá empezó con cáncer, viví toda su enfermedad y fui una persona que no supe descargar. En 2010 fue mi primer ACV que fue muy leve", explica.

Y agrega: "Me estaba preparando para viajar a Colombia a un Sudamericano, me di de alta sin medicarme durante un año. Cuando vuelvo de Colombia, entré al baño y no me acuerdo más nada. Después de la muerte de mi madre y de mi hijo lo peor que me puede haber pasado es el ACV. Se me vino el mundo abajo".

El mundo se le derrumbaba y Norma tomó la peor decisión: "Me quise quitar la vida, me salvó mi esposo. Fue muy duro".

Ese fue el puntapié para iniciar una nueva vida con una llegada social profunda y hoy lleva adelante un comedor que durante en la entrevista preparó 40 docenas de empanadas para alimentar a muchos niños.

"Siempre tuve el sueño y en 2017 lo pudimos concretar. En el año 94, entrenaba a muchos chiquitos, había muchos niños que venían a entrenar y no almorzaban. En pandemia fueron 380 chicos. Lo más lindo en esta vida es ver sonreír a los niños y que un niño te diga ´gracias Norma´", afirmó.

En tanto, la gente, agradecida, definió a Norma como "una mamá más para los chicos".

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