El 15 de agosto la Iglesia Católica conmemora que, al final de su vida terrenal, María fue llevada al cielo en cuerpo y alma. No existe una fecha histórica precisa de cuándo ocurrió; la tradición de honrar su Asunción tiene raíces antiguas y se consolidó en Roma en el siglo VII. Fue el Papa Pío XII el que proclamó oficialmente el dogma de la Asunción en la constitución apostólica Munificentissimus Deus, el 1 de noviembre de 1950.