“Ella era muy joven, muy joven. Yo también lo era, pero ella mucho más. La vi pasar por la vidriera… y de repente desapareció detrás de una columna. Y cuando volvió a aparecer, me causó gracia. Hicimos contacto visual y ahí supe que algo había”, relató con la voz quebrada.
Fue tal el impacto que no dudó en levantarse de la mesa y salir corriendo hacia la calle para cruzarse con ella. “Me le paré al lado sin saber qué decirle. No le dije nada. Pero cuando el semáforo se puso en verde, cruzamos juntos Corrientes. Del otro lado, con la poca creatividad que me caracteriza, lo único que atiné a decir fue: ‘¿Bailamos?’”, contó, despertando la risa y la emoción de todo el estudio.
El público estalló en aplausos, mientras el actor reconocía que esa noche lo marcó de una manera que nunca imaginó. “Si ella hubiera pasado para atrás, andando al revés, yo le proponía matrimonio en el acto”, bromeó, aunque admitió que ese instante fue el puntapié de una historia de amor que lleva más de tres décadas y que hoy es un ejemplo de discreción, lealtad y compañerismo.
Florencia Bas se convirtió no solo en la mujer de su vida, sino también en su sostén en los momentos más duros. Madre de sus hijos, Clara y el Chino Darín, supo construir con Ricardo una familia sólida y alejada del escándalo.