Silvina Luna murió ayer a los 43 años, la actriz sufría los padecimientos que le dejó la cirugía estética que le realizó Aníbal Lotocki, que le inyectó una sustancia en sus glúteos y le generó una hipercalcemia generando fallas en sus riñones.
Silvina Luna murió ayer a los 43 años, la actriz sufría los padecimientos que le dejó la cirugía estética que le realizó Aníbal Lotocki, que le inyectó una sustancia en sus glúteos y le generó una hipercalcemia generando fallas en sus riñones.
Silvina estaba luchando por su vida durante los últimos tres años, pero en los últimos tres meses debió ser internada porque ya no soportaba los dolores. Recibía diálisis y sufrió distintas fallas multiorgánicas que hicieron que se aplace el trasplante de sus riñones, hasta que llegó el momento de la muerte.
Su partida se conoció un poco después del mediodía del jueves y también se supo qué estaba haciendo Lotocki en ese momento. El cirujano está en su casa del barrio de la Florida, en Vicente López.
Cuando surgió la noticia, salió de su casa y corrió su auto -un BMW- de lugar. El vehículo estaba estacionado en la puerta, pero lo llevó hasta la otra cuadra para hacer pensar a la prensa, que no tardó en arribar al lugar, que no estaba allí.
Los vecinos indignados le tiraron huevos al auto y pasaron por la casa del médico gritando “asesino”. Se espera que Lotocki y su familia dejen esa casa y se muden a un country de zona norte para evitar escraches.
Silvina Luna murió ayer a los 43 años, la actriz sufría los padecimientos que le dejó la cirugía estética que le realizó Aníbal Lotocki, que le inyectó una sustancia en sus glúteos y le generó una hipercalcemia generando fallas en sus riñones.
Pero antes de todo esto, Silvina comenzó su carrera en el medio en 2001, cuando decidió postularse para entrar a la casa de Gran Hermano. Se trató de la segunda edición de ese reality que condujo Soledad Silveyra.
Silvina era oriunda de Rosario, donde ya había hecho algunas campañas publicitarias, pero trabaja como mesera y su sueño era llegar a la tele y lo hizo. A fuerza de simpatía y carisma, la modelo no ganó el reality pero fue la elegida de todo los televidentes.
Producto de la mala alimentación dentro de la casa, Silvina había ganado algo de peso dentro del reality y, en lugar de sufrirlos, decidió aceptarlos y divertirse con ellos. E inventó un baile del “El meneaito” en el que se levantaba la remera, frotaba sus manos por su panza y hacía mover a todos los “hermanitos”.