Paso a paso: cómo hacer turrón de maní y miel
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Preparar el molde
Forrar una fuente rectangular con papel manteca o colocar una oblea en la base. Reservar.
Tostar el maní (si no lo está)
En una sartén a fuego medio, tostar el maní sin sal hasta que esté apenas dorado. Retirar y dejar enfriar.
Hacer el almíbar
En una olla, colocar el azúcar y el agua. Llevar a fuego medio y cocinar hasta que el azúcar se disuelva y se forme un almíbar.
Sumar la miel
Agregar la miel al almíbar y continuar la cocción a fuego bajo, revolviendo con cuidado, hasta lograr una preparación espesa y homogénea.
Incorporar el maní
Añadir el maní tostado y mezclar bien para que quede completamente cubierto por la miel.
Armar el turrón
Volcar la mezcla sobre el molde preparado, emparejar con una espátula y cubrir con otra oblea o papel manteca.
Prensar y dejar enfriar
Presionar suavemente para compactar y dejar reposar hasta que enfríe y tome consistencia.
Cortar y servir
Una vez frío, retirar del molde y cortar en porciones.
Un clásico económico y rendidor
Una de las grandes ventajas de este turrón es su rendimiento. Con pocos ingredientes se obtiene una buena cantidad de porciones, lo que lo convierte en una alternativa económica frente a otros dulces navideños más elaborados. Además, se conserva bien durante varios días si se guarda en un recipiente hermético, lo que permite prepararlo con anticipación.
El turrón de maní y miel demuestra que no hace falta complicarse ni gastar de más para sumar un clásico a la mesa de Navidad. Con una receta simple y un resultado probado, vuelve a ocupar su lugar entre los sabores que nunca pasan de moda.